Mercantil
Aprovecharse de esfuerzo de competidor para arrebatarle clientes vulnera la buena fe mercantil
13 de Julio de 2012
La Superintendencia de Industria y Comercio (Superindustria) advirtió que la clientela debe alcanzarse mediante la afirmación de las propias calidades y el continuo esfuerzo de superación del empresario y no a través de la artificial caída de su rival.
En sentencia de primera instancia del pasado 29 de junio, la entidad declaró que una firma de servicios legales incurrió en actos de competencia desleal de desviación de la clientela y desorganización de un competidor directo.
Según el fallo, si bien no es reprochable que los trabajadores constituyan una sociedad para desarrollar el mismo objeto social de su anterior empleador, ni que se desplace la clientela en atención a las cualidades y calidades de los fundadores, en este caso se violó el principio de buena fe mercantil, porque se probó el aprovechamiento indebido del esfuerzo de la competidora para arrebatarle los clientes que eran vitales para su funcionamiento.
Actos de desorganización
El artículo 9° de la Ley 256 de 1996 consagra como desleal la conducta que pretenda desorganizar internamente la empresa, las prestaciones mercantiles o el establecimiento ajeno.
De acuerdo con la Superindustria, la simple desorganización del competidor no es un acto desleal, pues es indispensable que se vulnere la buena fe mercantil.
Por lo tanto, debe demostrarse que la conducta alteró determinantemente la estructura de la empresa, de forma que se aprovecharon los conocimientos adquiridos, para obtener una ventaja sobre esta.
(Superindustria, Sentencia 3300, jun. 29/12)
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