Explican por qué el examen de confundibilidad de signos farmacéuticos es más riguroso (11:20 a.m.)

La Sección Primera del Consejo de Estado explicó que cuando se suscita una controversia entre signos que identifican productos farmacéuticos cuya repercusión, por el riesgo de confusión de marcas, afectaría eventualmente la salud y la vida de los consumidores, se debe hacer un examen más riguroso sobre la confundibilidad de las marcas. Por esa razón, en esos eventos, deben analizarse las características propias de los signos en conflicto, respecto a sus semejanzas ortográficas, fonéticas e ideológicas, con el fin de determinar el grado de confusión que pueda existir entre los mismos. Para la Sala, cuando el elemento determinante es el denominativo, el cotejo deberá realizarse de conformidad con tres reglas. La primera de ellas indica que se debe analizar cada signo en conjunto, es decir, sin descomponer su unidad fonética. Sin embargo, es importante tener en cuenta las letras, las sílabas o las palabras que poseen una función diferenciadora en el conjunto, debido a que esto ayudaría a entender cómo el signo es percibido en el mercado. Además, debe considerarse la sílaba tónica de los signos a comparar, advirtió, porque si ocupa la misma posición, es idéntica o muy difícil de distinguir, la semejanza entre los signos podía ser evidente. Finalmente, debe determinarse el elemento que impacta en la mente del consumidor, pues esto mostraría cómo es captada la maraca en el mercado (C. P. María Elizabeth García).