Cuando la inactividad en el ejercicio de los derechos de accionista se presenta por causas distintas a la morosidad o el vencimiento de las obligaciones de pago respecto de las acciones suscritas, no es procedente la exclusión del socio bajo dicho argumento, que sin duda ocasiona inconvenientes en el normal funcionamiento de la compañía, indicó la Superintendencia de Sociedades. En este caso, lo conveniente es un pronunciamiento judicial donde se rescinda el contrato de sociedad respecto de los accionistas que han abandonado el cumplimiento de los deberes, derechos y obligaciones que la ley impone. La declaración judicial de exclusión afecta únicamente la relación contractual con el socio retirado, señaló la entidad.