En mercado bursátil la revocación del mandante es tácita cuando se encarga a otra persona

Dada la complejidad de las relaciones jurídicas que se establecen en el mercado bursátil, es necesario contar con personas expertas en la gestión de estos asuntos. Es allí donde el contrato de mandato se erige como una alternativa para la realización de actos mercantiles -a través de otro y siempre por cuenta del mandante-.

En el caso bajo estudio, se comprobó que el mandatario estaba facultado para hacer todo tipo de operaciones. De ahí que el silencio de la comitente en no marcar con una equis si el ordenante tenía o no la libre disposición de los recursos del cliente no pueda entenderse un límite, máxime cuando las estipulaciones del mismo documento revelan precisamente las amplias facultades concedidas al ordenante.

Por otro lado, no se observa que en el contrato de mandato suscrito se haya estipulado como causal de terminación la falta de ratificación de este en documento posterior o la revocatoria tácita. Al respecto, según el artículo 2190 del Código Civil, la revocación del mandante puede ser expresa o tácita. La tácita es el encargo del mismo negocio a distinta persona.

Ahora bien, un aspecto que no se puede dejar de lado es que tanto la apertura de cuenta (documento en el cual se otorgó el mandato) ante la comisionista como la autorización para operaciones de reporto se hicieron en un mismo momento, sin que se advierta tácita o expresamente que la comitente deseaba relevar al ordenante de las facultades que le había conferido, en particular las de impartir órdenes en cualquier operación bursátil, de tal modo que no se podría afincar la revocatoria tácita.

Por último, se tiene que la comisionista cumplió con su deber de información, habida cuenta que periódicamente se enviaban extractos a la comitente y posteriormente al ordenante, en los que se reflejaban los movimientos de las operaciones bursátiles (M. P.: Francisco Ternera Barrios).