Existen productos que con el transcurso del tiempo pueden ir perdiendo su masa por razones climáticas, de almacenamiento o por su misma naturaleza, lo cual implica que no siempre el contenido neto nominal informado por el productor o importador en el rótulo es igual al que obtiene el consumidor una vez adquiere el producto en el mercado. Así las cosas, indicó la Superintendencia de Industria y Comercio, los productores o importadores deben tener en cuenta la diferencia existente entre contenido neto y contenido neto nominal del producto, siendo el primero aquel que recibe el consumidor cuando adquiere el bien en el mercado, mientras que el segundo es declarado o anunciado en el producto. La determinación de una eventual violación solo podrá realizarse dentro del proceso que se adelante al respecto.