El grado de responsabilidad solidaria que asumen las sociedades fiduciarias cuando se unen para administrar recursos no desplaza ni traslada el cumplimiento de obligaciones individuales frente al consorcio, si se tiene en cuenta que este no es un ente jurídico independiente y, por lo tanto, destinatario de normas e instrucciones, precisó la Superintendencia Financiera. En la medida en que dichas sociedades están sujetas a la vigilancia de la entidad e incluidas en la aplicación del manual de requerimientos mínimos de seguridad y calidad para la realización de operaciones (Circular Externa 22 del 2010), deben cumplirlos, independientemente de la figura contractual empleada para desarrollar negocios fiduciarios.