La disminución de las expectativas de inflación; el menor ritmo de crecimiento económico de algunos sectores nacionales durante el 2012; el aumento del endeudamiento interno, especialmente de los hogares; los altos precios del petróleo y de otros productos básicos que exporta Colombia y el riesgo de una fuerte recesión en Europa y su impacto negativo en el país llevaron a la Junta Directiva del Banco de la República a mantener estable su tasa de intervención, en la sesión del pasado 23 de marzo. Según el acta de la reunión, algunos codirectores del Emisor sostuvieron que las actuales presiones inflacionarias justifican un nuevo aumento de las tasas y otros, que esos riesgos estarían controlados con las medidas ya tomadas. Finalmente, un miembro de la junta reiteró la necesidad de establecer un encaje al crédito de consumo, como complemento de los recientes aumentos de tasas.