Habilidades del ‘community manager’ en el sector legal
02 de Noviembre de 2017
Carmen Pérez Andujar
Consejera y Vicesecretaria de Medios Materiales y Tecnológicos del Consejo General de la Abogacía Española
Un community manager tiene que saber escribir. Cualquier persona que quiera dedicarse a esta novedosa profesión tiene que saber hilar fino a la hora de redactar tuits, comentarios, posts. Sin duda alguna, todos saben redactar, mejor o peor, pero él tiene que llegar a una audiencia muy concreta y, muchas veces, si la red social es Twitter utilizando únicamente 140 caracteres.
Pero además de saber redactar y hacerlo de forma natural, debe encontrar las palabras más adecuadas a cada situación, contexto y público objetivo. Y todo ello sintetizando, lo que no siempre es fácil. Es muy importante determinar el público al que se va a dirigir para plasmar con las palabras adecuadas el mensaje que quiere lanzar sabiendo que el objetivo es provocar en la audiencia aquella reacción que se está buscando, que no se queda en la mera lectura de lo publicado, sino en conseguir que dicha publicación se comparta, se marque como favorita, sea recomendada y, por supuesto, comentada.
Mediante una buena redacción se conseguirá generar excelentes contenidos con los que alcanzar la meta deseada por el community manager, que no es otra que obtener visibilidad positiva sobre una marca o un producto dentro de las redes sociales. Y, naturalmente aunque no siempre, una buena redacción debe ir acompañada de una buena imagen. Deberá ser capaz de trabajar con las mejores imágenes llegando, en su caso, a ser capaz de editarlas para lo cual deberá tener ciertos conocimientos técnicos. Son múltiples las herramientas que permiten retocar las fotografías para poder conseguir que lo escrito se visualice a
través de una buena imagen. Hay redes sociales cuyo objeto principal es compartir fotografías quedando el comentario relegado a un segundo plano. Las dos anteriores cualidades, escribir y seleccionar buenas imágenes, se resumirían en la necesidad de que el community manager sea una persona creativa y con ideas modernas y frescas.
Todo un estratega
Tiene que saber utilizar los motores de búsqueda existentes o, en lenguaje de redes, debe saber optimizar esos motores. Esta habilidad se consigue conociendo de forma detallada las estrategias SEO (Optimización en Motores de Búsqueda, del inglés Search Engine Optimization) y, lógicamente, aplicándolas de forma adecuada y correcta a cada caso concreto. Uno de los objetivos primordiales es que los contenidos sean posicionados de forma estratégica en los principales motores de búsqueda y si conoce las herramientas pero no sabe utilizarlas, difícilmente se conseguirá.
A través de la utilización de estas técnicas SEO, el community manager conseguirá un rendimiento óptimo tanto de las publicaciones que realice como de las fotografías y los videos que comparta. Un buen community manager sabe que es fundamental estar indexado de forma correcta pues es la única forma en la que los usuarios pueden llegar fácilmente a los contenidos publicados, logrando con ello un mayor tráfico web hacia el producto o servicio que intenta visibilizar.
Por supuesto, la creatividad junto con el conocimiento de las anteriores herramientas van unidas al diseño de una buena campaña de marketing. No todas las redes sociales sirven para lo mismo y por eso es de suma importancia saber a quién llegar y cómo. Para ello, el community manager tiene que ser un estratega en marketing.
La creatividad, el dominio de los motores de búsqueda y una buena estrategia en marketing serán lo que permita lanzar una campaña cuyos avances tendrán que ser controlados para ver si los objetivos marcados se están cumpliendo en cada red social utilizada. Para poder realizar dicho control él debe saber de analítica. ¿De qué sirve ser una genio de la creatividad, conocer el SEO y crear una buena campaña de marketing si no sabe medir el impacto? Por ello, debe saber leer e interpretar los datos que recibe de las herramientas analíticas que utilizan, prácticamente, todas las redes sociales.
A través de este análisis podrá saber qué contenidos son los más visitados, a partir de qué momento el número de seguidores ha subido y en qué horario se realizan más visitas. Conocer estos datos ayudará a que en un momento determinado pueda cambiar o reorientar la estrategia si detecta que no se está consiguiendo el impacto deseado.
Moverse en el mismo universo
Grandes empresas tienen un community manager en plantilla lo que, en cierto modo, garantiza ese conocimiento de la marca. Pero la gran mayoría de empresas externalizan este servicio, por lo que es básico el conocimiento profundo de la empresa para poder vender de forma adecuada el producto o el servicio el cliente.
Por último, y no por ello menos importante, el community manager tiene que ser educado. No puede olvidar que en redes sociales es quien da la cara por la empresa y, en consecuencia, no puede perder nunca la compostura pues está tratando con potenciales clientes. Ser educado no riñe con tener, en algunos momentos, sentido del humor.
La conclusión es que un community manager que se dedique al sector legal no tiene por qué ser graduado en Derecho, pero sí debe conocer el mundo jurídico. Si cuenta con todas las habilidades o cualidades anteriormente descritas, dedicarse a uno u otro sector implicará el estudio profundo y detallado del sector. Son numerosas las cuentas de instituciones del mundo jurídico y de firmas de abogados detrás de las cuales no hay un abogado reconvertido en community manager, sino que se encuentra un verdadero profesional que, aglutinando todas las cualidades indicadas, ha profundizado en el conocimiento de la institución o despacho para el que hace esta labor.
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