El Consejo de Estado concluyó que la firma Opaín, concesionaria del aeropuerto El Dorado de Bogotá, ha incumpido su obligación contractual de mantener un plan de manejo del tráfico, señalización de las vías de acceso a la terminal aérea y coordinación con las autoridades competentes para garantizar el tránsito y seguridad de los transeúntes. La Sección Primera determinó que la presentación y posterior aprobación de dicha plataforma no basta para considerar cumplido el compromiso, pues las evidencias probatorias demuestran el riesgo constante al que se exponen los peatones que transitan por inmediaciones de la calle 26 con carrera 112 y lugares aledaños, debido a la ausencia de señalización y otras circunstancias que afectan la movilidad. La providencia indica que si bien es un hecho probado que el concesionario no es el responsable de la instalación de herramientas para controlar el tránsito, sí lo es de mitigar el impacto de las obras que se adelantan en el aeropuerto, a fin de garantizar el derecho a un ambiente seguro a los pasajeros, peatones, personal y vecinos del lugar (C. P. María Elizabeth García).