El Consejo de Estado señaló que la facultad discrecional para desvincular a un empleado de libre nombramiento y remoción debe guardar congruencia y coherencia. De esa forma, si la decisión resulta completamente ajena a la realidad o a los pronunciamientos que haya hecho respecto de la situación, se desconoce la razonabilidad de la discrecionalidad. En el caso concreto, la corporación encontró que la administración rompió la congruencia entre los elementos de eficiencia y eficacia y la situación fáctica contenida en la hoja de vida del empleado, toda vez que no se evidenció conveniencia alguna en el retiro de este (C.P. Víctor Hernando Alvarado Ardila).