Al Senado pasa iniciativa que restringiría minería en el paisaje cultural cafetero

Por unanimidad, la plenaria de la Cámara de Representantes aprobó en segundo debate el proyecto de ley 258/22C, mediante el cual buscan reformar el Código de Minas con el fin de declarar el Paisaje Cultural Cafetero Colombiano (PCCC) como zona restringida de minería.

La iniciativa, impulsada por los congresistas Alejandro García, Julia Miranda y Octavio Cardona, tiene como objetivo de proteger el PCCC, el cual fue declarado patrimonio de la humanidad por la Unesco en el 2011, y salvaguardar las actividades económicas asociadas y beneficiadas por la declaratoria que se verían afectadas por dicha actividad, como el turismo de experiencias y ecológico, la cultura, la actividad agraria y la caficultura, que resultan claves para la competitividad del territorio y del país.

“La aprobación en segundo debate de este proyecto es un paso más para atender el clamor de los habitantes de municipios como Belén de Umbría, Salamina, Aranzazu, Pijao y Arbeláez, pues la declaratoria como patrimonio de la humanidad del PCCC significa para estos municipios pequeños y cafeteros un impulso a su competitividad, desarrollo sostenible y economía turística y agraria”, resaltó García.

Según el congresista, “perder esta declaratoria por un impacto negativo de la megaminería traería un retroceso en materia social, cultural, económica y territorial generalizada. La participación de la actividad minera de los departamentos como Risaralda, Quindío y Norte del Valle del Cauca no supera el 0,3 %, es decir, no tenemos una vocación minera, sin embargo, entendemos que en algunos municipios su principal fuente de ingresos viene de esta actividad, por lo que el proyecto no prohíbe la minería, sino que pretende condicionar la aprobación de grandes concesiones en el territorio”.

De otra parte, el representante Cardona puntualizó que “es nuestro deber cuidar un paisaje que hoy es Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, garantizando que las acciones humanas asociadas a la megaminería no generen impactos negativos en este patrimonio que es de todos. De la misma manera en que debemos garantizar el respeto por los derechos adquiridos, de tal suerte que convivan y coexistan armónicamente, el patrimonio cultural con la industria minera, sin afectación del uno para el otro. Por eso la importancia de la declaración de restricción para actividades mineras de alto impacto como la megaminería”.

Ahora el proyecto pasa al Senado de la República, donde le restan dos debates, uno en Comisión Quinta y otro en plenaria, para convertirse en ley.

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