El Tribunal Administrativo de Cundinamarca, durante audiencia pública a la que asistió el alcalde Gustavo Petro, decidió mantener los $ 192 mil millones ofrecidos en regalías del Gobierno Nacional para la construcción de una planta de tratamiento del río Bogotá. Dichos recursos iban a ser destinados a una planta elevadora que hubiera producido el pago de los bogotanos en tarifas, debido a su elevado costo de construcción y operación anual, señaló el mandatario. Por tal motivo, su administración propuso la construcción de una planta que permita ayudar al medio ambiente, con el remplazo de agua contaminada de la represa del Muña por aguas más limpias vertidas desde el sistema de embalse del norte de la ciudad. La decisión final quedó en manos del Consejo de Estado.