La Sala Plena del Consejo de Estado negó la solicitud de pérdida de investidura del senador Manuel Enríquez Rosero, por imprecisión del cargo formulado por el demandante. La corporación explicó que un congresista concurre en conflicto de intereses si se demuestra que no manifestó su impedimento para conocer un asunto, cuando existe una situación de carácter moral o económico de su parte que implique una parcialización en su decisión o que afecte la objetividad que debe guiar su actuación respecto del asunto sometido a su consideración. En este caso, la sala señaló que el supuesto interés directo del senador Enríquez con los nombramientos en una empresa del Estado solo se sustenta en una denuncia periodística, pero no existe certeza jurídica de lo demandado, por lo que no se configura la gestión de intereses particulares ante la entidad pública usando su investidura, ni el tráfico de influencias, ni el conflicto de intereses (C. P. Myriam Guerrero de Escobar).