Los retos del ‘legaltech’

Vanesa Gonzalez Restrepo

Abogada asociada Brick Abogados

Candidata a la Maestría en Legal Tech del Instituto de Empresa (España)

Últimamente se ha producido una avalancha de artículos en prensa y redes sociales sobre legaltech y las consecuencias negativas que la implementación de esta nueva industria tendrá para la profesión del abogado, con comentarios apocalíticos (tales como que estos serán remplazados por robots), generados, en gran parte, por la falta de información sobre el alcance de la aplicación de la tecnología en la profesión legal, lo que ha llevado a un pánico generalizado en relación con este tema. Lo cierto es que, si bien la nueva industria del legaltech tendrá efectos significativos en reducción de tiempos de respuesta, estandarización y unificación de documentos y obtención de métricas, entre otros, para que esta se expanda y obtenga un verdadero alcance, debe superar varios retos, los cuales no son tan fáciles o rápidos de conquistar. 

El primer gran reto surge del concepto mismo de legaltech. Y es que este término, comúnmente definido como la tecnología al servicio de la profesión legal, lleva a cuestionar cuál es el alcance del uso de dicha tecnología en nuestra profesión. En tal sentido, la gran mayoría de firmas de abogados en Colombia ya cuentan con medidas tecnológicas básicas, tales como los sistemas electrónicos de gestión documental o software para el registro de horas de facturación. Sin embargo, son muy pocas las que han implementado (ya sea por creación propia o a través de un proveedor) un desarrollo para automatizar sus tareas u obtener métricas sobre estas (por ejemplo, sistemas de gestión automática de contratos y análisis sobre las características de los mismos, sistemas para llevar a cabo debidas diligencias, etc.), lo cual parte del uso de tecnologías basadas en inteligencia artificial como una de las áreas donde realmente tiene cabida el término legaltech.

Partiendo de lo anterior, un reto común al querer desarrollar y/o implementar plataformas o soluciones de legaltech es la falta de información estandarizada. La inteligencia artificial puede ser entrenada a partir de reglas (“rule based”) o de datos (“data based”). Sin embargo, sea cual sea el enfoque, esta requiere de un gran volumen de información (“data sets”) para que con los mismos se pueda crear la herramienta para proveer servicios, así como para poder entrenarla y verificar que sea realmente útil y eficaz. Teniendo en cuenta que la información legal que proviene de los abogados está protegida por el secreto profesional, es un desafío obtener acceso a esta, pues se requeriría de una autorización previa de cada cliente para poder levantar la protección constitucional. Igualmente, en materia contractual es usual que las empresas consideren sus contratos como información confidencial e, incluso, en algunos casos, secreto empresarial, por lo que no puede ser compartida con terceros. Por último, con la regulación de habeas data y el precedente francés bajo el cual se prohibió el uso de analítica para el estudio de casos jurisprudenciales, el obtener y recopilar precedentes judiciales no es una tarea sencilla de completar.

Un tercer reto es la escalabilidad de los negocios que se encuentran dentro de la industria de legaltech, y esto se puede deber, entre otros, a dos componentes, (i) el idioma, en la medida en que el implementar una herramienta en varios lenguajes implica, básicamente, iniciar de cero su construcción, puesto que no solo cambia la información que se usó para desarrollar y probar la plataforma, sino que también puede cambiar la estructura de los documentos y los data sets requeridos para probarlos. Esto lleva a que el mercado de una solución de legaltech se limite, entre otros, por el idioma de los clientes que la solución quiere atender. Y (ii) el reto que supone evolucionar de los actuales modelos de negocios, ya que implementar herramientas de legaltech puede llevar a una reducción significativa de las horas que un abogado cobraría por hacer determinado trabajo, mientras que una herramienta automatizada puede hacerlo en minutos con el mismo grado de precisión. Sobre esto último es importante reconocer que son muy pocas las herramientas de legaltech verdaderamente disruptivas que están en el mercado colombiano, es decir, que utilizan la tecnología no como un medio de captación de clientes, sino como el servicio en sí mismo.

Estos retos, y otros más, no son fáciles o rápidos de superar: necesitan que la industria legal comparta información con desarrolladores o emprendedores que están creando soluciones y, más allá de esto, requieren que la industria lleve a cabo un cambio cultural en el uso de la tecnología como herramienta aliada de su trabajo, y no como un competidor. Esto es precisamente lo que ha llevado a que muchos de los emprendimientos de legaltech no provengan de la industria misma, sino de terceros que entienden que hay un mercado y una necesidad que suplir.