Verbo y Gracia
Se deja constancia de que
Fernando Ávila
Fundación Redacción
Citas: “Se deja constancia que esta pieza publicitaria y la información aquí contenida no constituyen una oferta de venta”, “Se deja constancia que se discutió la estrategia de largo plazo”, “Se deja constancia que la presente asamblea fue convocada por el Directorio”…
Comentario: La locución “Se deja constancia” debe ir seguida de la preposición “de”. Nadie escribiría “Se deja constancia los reiterados reclamos” (sin “de”), sino “Se deja constancia de los reiterados reclamos” (con “de”). Estamos, pues, ante un caso frecuente de queísmo, vicio en el cual se cae por ultracorrección. El queísmo es la cara, y el dequeísmo, el sello. Queísmo es no usar “de que” cuando toca, y dequeísmo es usar “de que” cuando no toca. En las frases citadas, tomadas de documentos legales reales, se debió escribir “Se deja constancia de que…”.
Para ayudar a conjurar tanto queísmo (o el mismo caso de queísmo, que se repite sin cesar), hay que recordar que la secuencia “de que” es válida en tres casos: (1) Después de sustantivo, en frases como “No me cabe duda de que es lo mejor”, “El hecho de que no haya firmado…”, “A pesar de que se le llamó la atención varias veces…”. (2) Después de verbo, como “Estoy seguro de que no es su firma”, “Se dio cuenta de que lo habían estafado”, “Se olvidó de que ese día vencía el plazo”. (3) Después de los adverbios de tiempo “antes”, “luego” y “después”, “Cómprelo antes de que se agote”, “Firme después de que lea todas las cláusulas”, “Ingrese luego de que pague la boleta”.
Para el segundo caso hay un viejo truco que consiste en identificar la pregunta que puede ir después del verbo. Hay que escoger entre “¿qué?” y “¿de qué?”. Si la pregunta es “¿qué?”, no debe ir la preposición “de”, mientras que si la pregunta es “¿de qué?”, sí debe ir “de”. Si yo le digo “Se me olvidó”, ¿qué me pregunta usted? Sin duda, “¿qué?” (“¿Qué se lo olvidó?”). De ahí se deduce fácilmente que es incorrecto decir o escribir “Se me olvidó de que hoy comenzaba mi nueva actividad”. La forma correcta es “Se me olvidó que hoy comenzaba…”. Si yo le digo “Me quejé”. Usted me preguntará “¿de qué?”, lo que me indica que debo usar la preposición “de” inmediatamente después del verbo, “Me quejé de la mala atención” o “Me quejé de que no me atendieran”. Inténtelo con otros verbos, y tendrá así una pista segura para evitar queísmo y dequeísmo.
En el caso del error arriba citado, no se trata de verbo, sino de un sustantivo (“constancia”). Para estos casos se pueden comparar frases sin “que” y frases con “que”. Sin “que”, usted escribiría “El error de no tildar”, y no “El error no tildar”, lo que le da la pauta para escribir acertadamente (también con “de”) “El error de que no se escriban las tildes”, y no “El error que no se escriban las tildes”, frase esta última que cae en el queísmo, muy acertadamente llamado también dequefobia.
Elegido presidente
Un pie de foto de algún periódico de estos días describía así la escena: “Los privados de la libertad, recibiendo la noticia de que Iván Duque había sido elegido como presidente”.
Comentario: Se recomienda no usar “como” en estos casos, “Fue nombrado como ministro de Comercio”, “Ya había sido elegido como senador”, “Será nombrado como director de Planeación”. Hacerlo constituye anglicismo, pero más allá de eso, puede dar a entender una simulación, como en la frase “Actúa como presidente de los EE UU”, que puede referirse a Kevin Spacey, en su papel protagónico en House of Cards, y no necesariamente a Donald Trump.
Orgullosa de sí misma
Un concurso en vigencia da esta instrucción: “Tómate una foto que refleje por qué eres una persona orgullosa de si misma”. Primero, le falta la tilde a “sí” (“de sí misma”). Segundo, si comienza en segunda persona, “Tómate”, es mejor que siga en segunda, “segura de ti misma”, y no en tercera.
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