La presidencia brasileña

Oscar Alarcón Núñez

Brasil comenzó el año con un nuevo gobierno, derechista y controvertido, sin que se sepa si concluirá su periodo, porque en el vecino país de todos los presidentes que ha habido, desde 1926, solo cinco han concluido su mandato. Por eso no es extraño que un personaje tan controvertido como Jair Bolsonaro no termine. Los cinco han sido: Eurico Dutra (1946-1951), Juscelino Kubitschek (1956-1961), Fernando Henrique Cardoso (1995-2002), Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2010) y Dilma Rousseff (2010-2014), quien terminó su primer periodo, pero no concluyó el segundo.

En materia de presidentes ha habido de todo en el Brasil. Han sucedido cosas que jamás han ocurrido en ningún país del mundo. El presidente Getulio Vargas se suicidó el 24 de agosto de 1954, en el propio Palacio. Pero algo más insólito todavía: el 15 de marzo de 1985 debía posesionarse el presidente electo Tancredo Neves, tras dos décadas de regímenes militares. En la madrugada de ese mismo día, él, que era el principal protagonista del regreso a la democracia, debió ser operado de una inflamación en el colon. Ante esa situación le correspondió asumir el poder al vicepresidente José Sarney. A pesar de que los médicos dieron inicialmente informes muy favorables que predecían su recuperación, el presidente electo, de 75 años, falleció y debió ejercer todo el periodo el vicepresidente Sarney. Ha sido el sexto que ha concluido una presidencia para la cual no fue elegido. Su nominación fue para vicepresidente.

Fernando Collor de Mello fue elegido para ejercer el cargo en 1990, pero dos años después fue destituido por corrupción. La señora Dilma Rousseff si bien terminó su primer periodo, en el segundo debió dejar el cargo destituida por el Congreso y la remplazó su vicepresidente, Michel Temer, quien siempre tuvo denuncias por corrupción, pero alcanzó a concluir el periodo.

Esto piensa Bolsonaro: “Sería incapaz de amar a un hijo homosexual, prefiero que un hijo mío muera en un accidente”, “Una mujer fea no merece ser violada”, “Tengo cinco hijos: fueron cuatro hombres, ahí en el quinto me dio una debilidad y vino una mujer”, “El error de la dictadura fue torturar y no matar”, “Hay que dar seis horas para que los delincuentes se entreguen. Si no, se ametralla el barrio pobre desde el aire”, “No corro el riesgo de que uno de mis hijos se enamore de una mujer negra porque fueron muy bien educados”.

¿Terminará su período?