Judit Polgár

Antonio Vélez

Curiosamente, el ajedrez, que no exige fuerza física, ni puños ni patadas, que solo requiere pensamiento puro, hilvanado, es por excelencia una actividad masculina, hasta el punto de que solo existe una mujer en la historia de la disciplina, la húngara Judit Polgár, que será recordada como la primera mujer que logró poner en jaque la élite del ajedrez masculino.

László Polgár, padre de Judit, organizó un programa especial de educación para sus hijas, en el cual el ajedrez era una disciplina muy importante. Así logró que las tres mayores fuesen ajedrecistas de importancia internacional: la mayor, Zsuzsa Polgár, llegó a ser Gran Maestro Internacional, mientras que la segunda, Sofía, adquirió el título de Maestro Internacional. Judith, la tercera, aunque primera en la clasificación familiar. Ese mismo año también fue campeona de Hungría. Sus triunfos continuaron: torneo de Hastings, en 1993; torneo de Madrid, en 1994, y, en 1995, el de Stornoway.

Su historia ajedrecística empezó como un experimento por parte de su padre, Laszló Polgár, quien pretendía probar que los genios no nacen, que se hacen. Judit y sus dos hermanas mayores fueron educadas en casa, y todas ellas se convirtieron en destacadas jugadoras de ajedrez, pero fue la más joven quien terminó obteniendo más éxitos. A los 12 años ya había vencido a un gran maestro y tenía un rating más alto que la vigente campeona mundial, Maia Chiburdanidze. Luego batió el récord de Bobby Fischer, pues, en 1992, con solo 15 años de edad, obtuvo el título de Gran Maestro, y a los 19 entró por primera vez en el top-10 del mundo del ajedrez mundial.

Fue campeona infantil del mundo en Wisconsin (EE UU), y medalla de oro en la Olimpiada de Novi Sad (Yugoslavia). En 1990, quedó tercera en Nueva Delhi (detrás de Anand y Kamsky). En 1991, fue Campeona Absoluta de Hungría. En 1992, quedó segunda en Nueva York y, en 1993, ocupó el primer lugar en Hastings (Inglaterra). Además, venció en un duelo al excampeón del mundo Boris Spassky. En 1994, logró el mejor resultado de una mujer en la historia del ajedrez al ganar el Torneo Comunidad de Madrid, terminando invicta. En 1995, quedó tercera en el Memorial Donner de Ámsterdam y, en 1997, quedó quinta en Linares, el mejor resultado de su carrera, junto al triunfo en Madrid-94. En 1998, consiguió la medalla de oro en la Olimpiada de Ajedrez de Salónica (Grecia) y ganó el Open de EE UU. En 1999, ganó el torneo de Hoogeveen (Holanda) por delante de Spassky.

En el 2000, Judit contrajo matrimonio con el veterinario Gustav Font y, como consecuencia casi inmediata, en el 2004, hizo un alto en su carrera, para recibir a su primogénito Ólivier. Más tarde, en el 2006, repitió la pausa, cuando nació Hanna. Volvió al ruedo, pero le costó trabajo recuperar su forma anterior, hasta que, en el 2011, mostró destellos de su vieja calidad, pues acabó empatada en el primer lugar en el Campeonato de Europa, aunque luego, en los desempates, se tuvo que conformar con el tercer puesto.

En el 2002, venció a Garry Kasparov, siendo la primera mujer en lograrlo. En el 2003, tuvo una actuación memorable en el torneo de Wijk aan Zee (Holanda), derrotando a Anand y sin perder ninguna partida. Más tarde ganó el torneo del Festival ajedrez Japfa (Yakarta, Indonesia), su victoria más importante hasta ese momento. En el torneo de Mérida (Categoría XVII), Judit quedó en segundo lugar, a medio punto detrás del ganador. Ganó el Festival de Ajedrez Miguel Najdorf (Categoría XVI) y participó en la 34 Olimpíada de Ajedrez, en Estambul, como tercer tablero, en el cual obtuvo 10,5 puntos de 13.

En el año 2008, Judit ya poseía el título de Gran Maestra Internacional, y ocupaba el puesto 27, con un Elo de 2711, según la clasificación de la FIDE (incluyendo hombres y mujeres), privilegio que pocos humanos han tenido. Y hay un hecho muy especial: Judit es la única mujer que logró estar entre los 10 primeros ajedrecistas de la clasificación mundial, lo que ocurrió en 1996.

El 14 de agosto del 2014, Judit anunció al mundo su retirada del ajedrez competitivo. Y ese mismo año, tras conseguir la medalla de plata en la Olimpiada de Tromsø, hizo efectivo su retiro y pasó a manejar su fundación.