Verbo y Gracia
Hurto y robo
Fernando Ávila
Fundación Redacción
Muestran en los noticieros de televisión a asaltantes de bancos y de establecimientos comerciales que actúan con violencia, y luego hablan del dinero “hurtado” o de los elementos “hurtados”. Y dicen, para rematar su informe, que los delincuentes ya habían cometido otros hurtos similares sembrando de miedo y prevención el sector.
Hurtar es llevarse sin violencia cosas muebles ajenas contra la voluntad de su dueño, y robar es llevárselas con fuerza, violencia o intimidación. Se considera fuerza o violencia que haya escalamiento, rompimiento de pared, techo o suelo; fractura de puerta o ventana; fractura de armarios, arcas u otra clase de muebles u objetos cerrados o sellados, o forzamiento de sus cerraduras o descubrimiento de sus claves.
Algunos de esos casos que muestra la televisión y que llama hurtos, son robos, pero como se sabe la gran obsesión de los comunicadores sociales es no repetir, y si ya dijeron “robo”, en una noticia anterior, deben lucirse con algún sinónimo que los salve del pecado de la iteración léxica, y lo que tienen más a la mano es “hurto”.
Edil y edila
“Edilesas de Teusaquillo denuncian agresiones por parte de sus compañeros” (Caracol Radio). Se está popularizando el término edilesa, como femenino de edil, para referirse a las mujeres que forman parte de las juntas administradoras locales, en Bogotá.
Según el Diccionario panhispánico de dudas, 2005; el Diccionario de la lengua española, 2014, y el Diccionario del español jurídico, 2016; el femenino de edil es edila. Sin embargo, la Alcaldía Mayor de Bogotá prefiere edilesa.
Tal vez a la Alcaldía le parezca que el femenino edila es tan prosaico como niña, muchacha, campesina, a las que simplemente se les cambia la o final del masculino por la a del femenino, o como señora, doctora, contralora, a los que se les agrega la a, como en edila, mientras que existen otras formas de hacer femeninos de mucho más prestigio, con las terminaciones -isa, de papisa; -triz, de emperatriz, o -esa, que fue la escogida, por afinidad con alcaldesa, abadesa, duquesa, baronesa y condesa.
Muy seguramente en la próxima edición del DLE aparezca esta innovación léxica de la Alcaldía, pues la palabra está bien formada, tiene caché, puede mostrar registros de uso culto y afecta a mujeres, aspecto este último que tiene especial fuerza en los tiempos que corren. La Academia ha sido tan abierta en este sentido que admite hoy femeninos antes imposibles, pilota, gerenta, lideresa, tenienta…
Lleva a y conlleva
Dice una reseña bibliográfica de la revista Arcadia que “las entrevistas se amarran entre sí de forma relativamente caprichosa, que conlleva a conexiones imprevistas”. Conlleva a es la mezcla de dos verbos que semánticamente nada tienen que ver: lleva a es ‘tiene como consecuencia’, mientras que conlleva es ‘lleva consigo’. Si se va a indicar una consecuencia, se usa lleva a (sin con), “…lleva a conexiones imprevistas”. Si se va a indicar una condición, se usa conlleva (sin a), “…conlleva la pericia del entrevistador”.
Cualquier, blog, BBVA
“Cualquier propuesta de reforma no puede pasar por alto el llamado de los expertos a eliminar los antejuicios políticos, para fortalecer, así, la independencia y la autonomía judicial”. Mejor: “Ninguna propuesta de reforma puede pasar por alto…”.
“Los derechos a la honra, al buen nombre y a la intimidad fueron vulnerados por el contenido de un blog anónimo, en el que consignaron términos calumniosos y deshonrosos”. Mejor: “…de un blog anónimo…”. Se escriben en cursiva los extranjerismos, y “blog” no lo es.
“Bbva se suma a los bancos que cambian su imagen” (La República). Mejor: “BBVA…”, pues las siglas no lexicalizadas, es decir, las que no se leen, sino que se deletrean, como ICBF, HSBC, BBC, CNN, RCN, BBVA… se escriben con mayúsculas fija.
Opina, Comenta