Anecdotario Político

- Contra la corrupción se deducen 10 fórmulas en una reciente reunión de entes de control: fortalecer el periodismo independiente, beneficios por delación, elaborar pliegos únicos en la contratación administrativa, limitar el financiamiento privado de las campañas políticas, aumentar los recursos de la investigación estatal, incrementar la cooperación judicial internacional, modificar el nombramiento de los organismos de control, hacer listas cerradas en elecciones, bancarizar las transacciones públicas y adecuar los sistemas de información. Pero, dicen los jóvenes, falta una nueva clase dirigente con ética y capacidad técnica en la construcción de una república moderna.

- Cada partido político, cada candidato presidencial, debe tener su Proyecto Nacional definido por Amilkar Herrera como conjunto de objetivos al cual aspiran las clases o grupos sociales que ejercen el control económico y político de un país, en forma directa o indirecta, en desarrollo de su propio esquema ideológico y en procura de presentar políticamente sus aspiraciones, intereses y valores como los intereses, aspiraciones y valores de toda la nación.

- “Zoología política” llamó en Buenos Aires Alfredo R. Bufano su clasificación de quienes intervienen en la vida nacional: en los caudillos de campaña metió al simulador, al matón, al fatalista y al universitario que deben tener buen estómago, comer de todo, no rehusar nada, lo que caiga de beber sin emborracharse; a cualquier borracho se le manosea; debe saber andar a caballo y tocar la guitarra; ser adulador y servil; si se rebela se hunde; ha de imitar gestos y ademanes, manera de caminar y de vestir, tener las mismas mañas y armas del caudillo superior. Tenerlo como un mesías.

- La situación de servicios públicos y desempleo en Buenaventura es muy vieja, a pesar de ser primer puerto marítimo de la nación. Hace cien años, don Marco Fidel Suárez, en su posesión presidencial, aludía a las leyes 11 de 1916, 2ª de 1917 y 16 de 1918, referentes al tema, y prometió atender mucho la bahía, por la importancia de su comercio exterior. Aún no encuentra solución el problema que debería haber tenido feliz término desde hace un siglo.