Anecdotario político

Benjamín Ardila Duarte

En una elección de Contralor General de la República, hace medio siglo, se discutió qué era mayoría absoluta: ¿Es la mitad más uno de los asistentes, de los votantes o de los miembros de la corporación parlamentaria? Alzate Avendaño dijo: “La mayoría absoluta es la mitad más un traidor”. Uribe Cualla se levantó sonriente y dijo que no aceptaba ataques personales.

El jurista antioqueño Mario Arango Jaramillo escribió sobre la bancarrota o quiebra del político y empresario Judas Tadeo Landínez, en Colombia, en 1842. Varias veces han inflado las realidades y la opinión sobre los financieros al nivel de un Rockefeller a esos millonarios, y la dura quiebra de Pedro A. López, Jaime Michelsen y otras avalan la necesidad de una fuerte ley antimonopolios, que existe en EE UU desde 1898 y que Agudelo Villa intentó, sin éxito, en Colombia en fecha no lejana.

Al contrario de México, Ecuador, Perú y Bolivia, en nuestra política se habla poco de los indígenas, salvo para excluirlos o separarlos con el muro caucano en proyecto reciente. Con todo, se habla del Indio Guerra, del Cacique Medina, del Jeque Godoy, del Chibcha Bonilla, de la India Catalina y del cobro Muisca en los impuestos nacionales. En cuanto a política social para los resguardos, total olvido.

La acción de tutela es base del salto arriba y adelante de nuestro sistema constitucional desde 1991. Y en España también. Ángela Figueruelo Burrieza le dedicó el libro El derecho a la tutela judicial efectiva (artículo 23 de la Carta de 1978, Ordinal 1°), para que en ningún caso pueda producirse indefensión de los administrados.

Para explicar su paso por la historia, Simón Bolívar dijo: “Nuestra familia se ha demostrado digna de pertenecernos, y su sangre se ha vengado por uno de sus miembros. Yo he tenido esa fortuna. Yo he recogido el fruto de todos los servicios de mis compatriotas, parientes y amigos. Yo los he representado a presencia de los hombres y yo los representaré a presencia de la posteridad”.