Anecdotario político
Anecdotario político
Benjamín Ardila Duarte
Francisco Franco al morir creyó que dejaba todo bien atado en torno al fascismo español, o sea en los principios de la Falange. Pero los sucesores establecieron la democracia parlamentaria y la monarquía liberal, que era lo contrario. También en Venezuela, Juan Vicente Gómez impuso un presidente dócil y se domicilió cerca del Palacio de Miraflores. Y la gente decía: “Aquí vive el presidente y el que manda vive en frente”.
El honor militar es tan sagrado que, en Francia, un oficial fue condenado a muerte e indultado después por el jefe del Estado. El penalizado pidió que se le anule el indulto, porque este implica la degradación militar, pena más grande que la propia muerte. (Consejo de Estado francés, 30 de enero de 1893).
Cervantes dijo que las leyes no se pueden sustentar sin las armas, porque con ellas se defienden las repúblicas, se conservan los reinos, se guardan las ciudades, se amparan los caminos, se despejan los mares de corsarios, y sino todo estaría sujeto al rigor y a la confusión que trae consigo la guerra, el tiempo que dura y tiene licencia de usar de sus privilegios y de sus fuerzas.
André Siegfried, director del Instituto de Ciencia Política de París, en libro sobre este continente escribió: “No es lo latino lo que da el acento peculiar a la América no sajona, sino el predominio numérico, tradicional y hereditario del indio”. Y los apristas hablaron de la América India y Gaitán habló de la América Morena y de la malicia indígena.
Cuando el presidente Mariano Ospina Pérez planteó la participación obrera en las utilidades de la empresa se citaba al virrey Mendinueta, quien en su Relación de Mando dijo: “Esto es una injusticia que no puede durar mucho tiempo y me parece que llegará el día en que los jornaleros impongan la ley a los señores y estos se vean precisados a hacer partícipes de sus ganancias a los brazos que ayudan a adquirirlas”.
Opina, Comenta