Derecho sucesoral

José Wilmar Patiño Ballesteros

Durante los Globos de Oro entregados el pasado 7 de enero, se consagró una serie que ya se había instalado entre los espectadores como una de las mejores producciones de los últimos años.

Y es que la televisión y las plataformas han logrado un contraste fundamental con las historias del cine, la posibilidad de desarrollar más los hechos y a los personajes durante varias temporadas. (Lea: Jury Duty o cómo reírse de la justicia)

Precisamente, los galardones que recibió Succession (HBO), además de ser mejor serie en los años 2020, 2022 y 2023, fueron para tres de sus protagonistas, quienes en cuatro temporadas (39 capítulos) mostraron un drama clásico en el contexto del capitalismo global. (Lea: Tetris, diversión, riqueza y muerte)

¿Pero de qué va esta serie? Un magnate de medios comienza a preparar su retiro de la compañía y la opción principal para sucederlo es su hijo mayor, a quien formó para ser el líder necesario en el brutal mundo corporativo. (Lea: Perry Mason para una época oscura)

Esta decisión genera no solo la lucha entre hermanos para suceder al padre, también comienzan las pugnas entre liderazgos dentro del conglomerado de medios y entretenimiento, se mueven los hilos del poder político y se manipula la información pública. (Lea: Literatura, cine y Derecho para fin de año)

Succession permite un análisis desde la administración empresarial, sobre los aciertos y errores en el control de las juntas directivas, los riesgos y beneficios de traer nuevos accionistas, el ocultamiento de resultados de la compañía a los socios o inclusive acerca de las adquisiciones agresivas como estrategia para acabar con la competencia. (Lea: La salud es un negocio)

Pero también es una inmersión en la gestión de crisis corporativas, por ejemplo, de las relaciones públicas cuando se conocen los secretos empresariales, en donde parece más importante la apariencia que cumplir las regulaciones.

Y a propósito, ¿cuál es el papel del Estado en una pugna familiar que involucra a grandes medios y servicios al público? Pues se puede ver la serie en clave institucional, sobre cómo las autoridades son controladas desde el poder privado para reducir el impacto sobre sus movimientos. También porque a través del control a los políticos es posible saltarse las regulaciones y a la justicia.

Es una serie memorable desde el drama personal, sobre el tópico universal del padre devorando a sus hijos, pero además de una sociedad deslumbrada por la riqueza y a la vez destruida por elegantes compañías. En el fondo es el drama humano sobre la pérdida, no solo del control de una compañía, sino de la tranquilidad familiar.

Pero si se quiere analizar desde la importancia del gobierno corporativo, la opacidad de las compañías, el papel de los fondos de inversión en la economía y las culturas empresariales tóxicas, merece más la atención.