El servicio de salud debe responder eficazmente a las necesidades de los usuarios, garantizando la totalidad de tratamientos, medicamentos y procedimientos prescritos. En ese sentido, advirtió el alto tribunal, la falta de entrega oportuna de medicamentos esenciales, así como la interrupción de tratamientos continuos, puede poner en riesgo la vida y la integridad de los pacientes, lo cual es más grave cuando afecta a personas vulnerables o que gozan de especial protección constitucional.

La Sala ordenó a las EPS accionadas, entre otras medidas, suministrar el medicamento en las dosis, forma y periodicidades dispuestas por los médicos tratantes en la prescripción médica vigente o que haya perdido vigencia por razón de la demora en el suministro y esté pendiente de entrega. De igual manera, en aquellos casos de tratamientos continuos, ordenó la entrega del fármaco máximo 72 horas antes de que la formulación anterior se agote y que se programe la siguiente entrega.

En aquellos eventos en los que el Invima advierta el desabastecimiento de alguno de los medicamentos prescritos en cada uno de los expedientes acumulados, se ordenó a las EPS asegurar la valoración médica inmediata del paciente, para identificar las bioequivalencias necesarias y evitar la interrupción del tratamiento.

Para garantizar el cumplimiento de las medidas, se encomendó la vigilancia del asunto a la Procuraduría General de la Nación, Defensoría del Pueblo y Superintendencia Nacional de Salud, solicitando habilitar canales de seguimiento y acompañamiento a los pacientes (M.P. Juan Carlos Cortés González).

Gracias por leernos. Recuerde que si es suscriptor puede descargar el documento soporte de esta noticia en el menú superior. Si le gusta estar informado, suscríbase y acceda a todas nuestras noticias, los datos identificadores y los documentos sin límites.