La Ocde, oportunidad para Colombia
Jaime Castro
Exministro y exalcalde de Bogotá
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (Ocde) es actualmente el centro de pensamiento político, económico y social más importante del mundo. Por la calidad de sus estudios, investigaciones y determinaciones, es referente del G7, del G20, del Fondo Monetario Internacional y del Banco Mundial. Hace poco, por ejemplo, los países del G7, reunidos en Biarritz, remitieron a la Ocde su decisión sobre la llamada “tasa google”, que gravará a los gigantes de la economía digital que no tributan en los países donde tienen sus clientes y perciben apreciables ganancias.
La Ocde la conforman 37 países. De ella hacen parte, entre otros, EE UU, Alemania, Francia, Inglaterra, Japón, Canadá, España, Italia y Corea, razón por la que algunos la llaman “El club de los países ricos”, pero también la integran países de economías emergentes: México, Chile, Colombia, Letonia, Lituania y Estonia, porque el tema del desarrollo es capítulo importante de sus preocupaciones. Por razones políticas no son miembros, aunque mantienen relaciones cercanas con ella, China, Rusia, India, Indonesia y Brasil, que ya pidió adelantar el proceso que le permita ingresar y disfrutar de los derechos que otorga y cumplir las obligaciones que impone.
La organización se autodefine como foro que promueve la cooperación y el desarrollo económico y el cambio social, gracias al intercambio de experiencias exitosas que interesan a los sectores público y privado. También asiste y acompaña a sus miembros en la adopción de protocolos y estándares que han probado sus ventajas en, prácticamente, todas las políticas públicas, porque la Ocde se ocupa de todas ellas, con excepción del tema defensa, que es competencia de la Otan. Igualmente hace consultoría y presta calificada asesoría.
La membresía Ocde califica a los países que hacen parte de ella. Constituye sello y garantía de calidad de la gestión pública que cumple el país que la ha obtenido, en temas claves como la inversión, el comercio, el empleo, la ciencia y el medioambiente. Por eso existe un grupo de países inversionistas que solo tienen en el radar del destino de sus proyectos a los países Ocde. La inversión extranjera directa que recibió Chile en los cinco años posteriores a su ingreso en el 2011 creció en un 50 % en relación con la que había recibido en los cinco años anteriores. Otro tanto ocurrió en el caso de México (Tendencia económica, 197, publicación de Fedesarrollo, El potencial de Colombia en la Ocde).
Son varios los temas sobre los cuales la Ocde toma decisiones que importan a Colombia. Adopta los criterios que definen si un país tiene derecho a créditos blandos y a recibir ayudas internacionales, por ejemplo, para la atención de los problemas migratorios que debe manejar. También define si determinados bienes y artículos pueden hacer parte de los mercados internacionales. Regula, igualmente, aspectos claves de la vida económica y financiera, así como la inversión extranjera entre nosotros y la colombiana en el exterior. Y son valiosos para el país los trabajos de sus comités de desarrollo, gobernanza pública, trabajo y políticas sociales, inteligencia artificial, comercio, salud, educación, agricultura y lucha contra la corrupción.
Por todo lo anterior, Ángel Gurría, destacado hombre público mexicano, que hoy es Secretario General de la Organización, suele decir que “la Ocde es una rica vaca lechera que hay que saber ordeñar”.
Nota del editor: Con ocasión de su nueva responsabilidad profesional, Jaime Castro no podrá acompañarnos más en estas páginas. ÁMBITO JURÍDICO le agradece sus valiosos aportes a la comunidad jurídica colombiana, que durante más de una década tuvieron gran acogida y se convirtieron en fuente principal de los debates de mayor importancia para el país. Así mismo, le desea muchos éxitos en la misión que le ha encomendado el Presidente de la República.
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