¿Quién será el próximo Secretario General de las Naciones Unidas?

Ricardo Abello–Galvis

Profesor de Derecho Internacional de la Universidad del Rosario

En los últimos meses se ha hablado mucho de la posibilidad de que una mujer sea la próxima Secretaria General de las Naciones Unidas, teniendo en cuenta que el 31 de diciembre llega a su final el mandato de Ban Ki-moon. ¿Cuáles son las opciones de que una mujer llegue a la dirección de la organización internacional más importante e influyente?

Para empezar es necesario tener claro los procedimientos y parámetros de elección. En este sentido, de acuerdo con lo establecido por la Carta de las Naciones Unidas, el Secretario General es elegido para un periodo de cinco años y puede ser reelegido por otro periodo igual. Es escogido por la Asamblea General siguiendo la recomendación que le haga el Consejo de Seguridad, es decir que la nominación del candidato o candidata viene directamente de los 15 miembros del Consejo de Seguridad y, obviamente, con el aval de los cinco miembros permanentes.

Además de lo anterior, es necesario mencionar que hay una serie de normas no escritas relativas a la elección del Secretario General, una de ellas es la rotación regional que debe darse.
Es decir que la nacionalidad del Secretario General debe ser de la región a la que le corresponde tener Secretario General. En este sentido, es claro que Europa Occidental (1972-1981), América Latina (1982-1991), África (1992-2006) y Asia (2007-2016), para solo mencionar los cuatro últimos, no podrán, en principio, aspirar a que dicho cargo quede en cabeza de un nacional de su región.

De lo mencionado en el párrafo anterior, queda claro que la única región que ha tenido tres periodos consecutivos a un Secretario General es África, esto en la medida en que Boutros Boutros-Ghali, de Egipto, fue vetado por EE UU para ser reelegido para un segundo mandato. En consecuencia, se nominó a Kofi Annan, de Ghana, para remplazarlo. Con este nombramiento África mantuvo la posición en la Secretaría sin que se menoscabara su derecho, no escrito, a que cada región tenga Secretario por dos periodos. La diferencia se vino a marcar al momento de la reelección de Annan, en la medida en que se consideró en su momento que había realizado una buena gestión y que no era justo limitarle a la persona su derecho a ser reelegido. Esta es la razón por la que el continente africano tuvo tres periodos consecutivos en la Secretaría General.

Con esta misma lógica, ahora el turno regional le toca a los países de Europa del Este, derecho que difícilmente se dejarán quitar, a menos que las diferencias que surjan entre ellos obliguen a buscar una tercería que involucre a otra región. Todo dependerá del rol que juegue Rusia como miembro permanente del Consejo de Seguridad, en la medida en que no será un candidato de ellos pero sí de la región, y en consecuencia, deberá tener su aval. Esta es la parte difícil de acuerdo con la actual coyuntura política de esa región.

En medio de esta campaña la sociedad civil está impulsando la idea de que sea una mujer quien llegue a ocupar tan importante cargo, en este sentido las candidatas que suenan para el cargo son Kristalina Georgieva (Bulgaria), comisaria búlgara encargada del presupuesto; la actual directora de la Unesco Irina Bokova (Bulgaria), y Vesna Pusic (Croacia), ministra adjunta de Relaciones Exteriores de Croacia. Así mismo, aspiran al cargo los siguientes hombres: el Ministro de Relaciones Exteriores de Eslovaquia Miroslav Lajcák y Danilo Türk, ex presidente de Eslovenia, candidato que, según lo manifestado por algunos de los voceros de los diferentes miembros permanentes del Consejo de Seguridad, tiene altas posibilidades de ser elegido.

Si Moscú veta estos nombres surgirá la opción de un candidato, o candidata, de otra región, caso en el que América Latina puede tener muchas opciones, razón por la que se entiende que el gobierno colombiano, en cabeza de la Ministra de Relaciones Exteriores y de la Embajadora ante Naciones Unidas en la ciudad de Nueva York estén apoyando la opción de una candidatura femenina para la Secretaría General.

Independientemente de la región que llegue a ocupar el cargo, considero importante que el noveno Secretario General sea una mujer, en la medida en que la ONU lleva muchos años tratando de reducir la brecha de género existente en la organización y este sería un paso importantísimo en ese sentido.