Innovación en las firmas de abogados

Juan Felipe Torres Varela

Magíster en Tecnoemprendimiento e Innovación de Nanyang Technological University (Singapur)

Miembro de la firma TFDC Abogados

La innovación no es solo una palabra de moda. En la industria legal, la innovación se está convirtiendo en un área funcional que las firmas ya están priorizando. Este movimiento responde al cambio de las exigencias del cliente y a la necesidad de aumentar las ventajas competitivas y mejorar las prácticas y las operaciones comerciales mediante el aprovechamiento de nuevas tecnologías (inteligencia artificial, análisis de datos, automatización, etc.).

Algunas firmas de abogados están creando sus propios departamentos de innovación, pero comprometerse con un enfoque de innovación interno es un esfuerzo complejo. La construcción de un equipo calificado comienza con un análisis profundo sobre las necesidades de la empresa, saber qué roles incluir y poder pagar a los talentos las tasas de mercado adecuadas.

Desafortunadamente, pocas personas cuentan con la experiencia para liderar o contribuir de manera efectiva a un equipo de innovación en el mercado legal. La mayoría de las firmas carecen del presupuesto y conocimiento para crear un departamento de innovación interno.

No obstante, hay distintas formas por medio de las cuales se puede innovar en las firmas. Veamos los pros y los contras de cada uno:

Departamentos internos de innovación. ¿A quién no le gusta la idea de tener un director de innovación? Las empresas se regocijan con tenerlo. Sin embargo, decir que se es innovador y ser innovador son dos cosas muy diferentes.

Un equipo interno de innovación requiere de varios componentes, comenzando por un gran liderazgo. Sin embargo, el éxito requiere algo más que la gestión ejecutiva. Más allá de las personas adecuadas para supervisar el departamento, la firma debe aportar una combinación de recursos que posean una variedad de habilidades estratégicas y tácticas. Estas incluyen la capacidad de comprender las necesidades de cada área funcional de sus negocios, saber qué preguntas hacer para captar todos los requisitos comerciales necesarios y reconocer oportunidades para dar solución a tales respuestas. También necesitan la experiencia técnica y habilidades de comunicación efectivas para implementar las soluciones arrojadas.

Un beneficio de construir estos departamentos es el conocimiento institucional que el equipo desarrollará, además de que permite contar con un personal leal que esté completamente enfocado al éxito de su firma. Empero, un inconveniente consiste en los altos gastos y la administración de los empleados de tiempo completo, y ello sin haber incurrido aún en inversión alguna.

También requiere mucha paciencia. La determinación de prioridades, la creación de procesos, el desarrollo de soluciones y su implementación exitosa llevan tiempo, y se requiere aún más tiempo para ver sus resultados. Cuando la paciencia se agota, las empresas pueden apresurarse a abandonar su compromiso y archivar los proyectos antes de que se completen.

Otro inconveniente es la tentación de asignar personal existente para ayudar con las iniciativas. Casi siempre es un error asumir que los recursos actuales pueden desarrollar nuevos proyectos, ya que la mayoría de estos departamentos ya están sobrecargados de trabajo, y distraerlos con otras prioridades puede significar dejar al margen otras cuestiones importantes.

Innovación a través de la externalización. Mientras que algunas firmas están trabajando para establecer departamentos internos, otras contratan externos para manejar todos los aspectos de sus esfuerzos de innovación.

Los consultores y estrategas están capacitados para saber qué preguntas hacer para ayudar a las empresas a evaluar su enfoque de la prestación de servicios legales y determinar cómo mejorarlo. Esto a menudo lo realizan mediante sesiones de ideación entre los líderes de la práctica y los negocios para formular una estrategia adecuada, que incluye la identificación de prioridades y la creación de una hoja de ruta de innovación que ayudará a la empresa a alcanzar los objetivos buscados.

El problema radica en que abogados con experiencia en innovación, arquitectos de procesos legales, científicos de datos, analistas de datos e ingenieros de software y diseñadores con experiencia en la industria legal siguen siendo escasos y además son muy costosos de contratar como empleados de tiempo completo.

Lo mejor de ambos mundos. Para muchas empresas el enfoque ideal para la innovación es un híbrido entre comprometerse internamente y externalizar ciertas funciones de los proyectos buscados.

Los roles de gobierno interno deben abarcar una gama de profesionales con distintos enfoques que se complementen. Este enfoque híbrido le permite a la empresa mantener el conocimiento de la propiedad intelectual dentro de la empresa al tiempo que mantiene la agilidad en la ejecución de soluciones.

Este equipo puede trabajar con el departamento interno para capturar necesidades, evaluar los datos en los que se basarán las soluciones y crear múltiples pruebas de concepto, así como lograr el mantenimiento futuro de las soluciones.

Cultura. Independientemente de qué modelo sea el adecuado para una empresa, cualquier esfuerzo en torno a la innovación requiere la mentalidad adecuada. La empresa debe estar dispuesta a evolucionar y no solo mediante la adopción de nuevas tecnologías, pues también es fundamental entender las expectativas del cliente.

El cambio puede ser difícil, pero también emocionante. Las firmas que realmente adoptan la innovación, al estar abiertos a nuevos procesos y enfoques legales y comerciales, están mejor posicionadas para beneficiarse de ellos.