La relación indisoluble de la gestación subrogada con la trata de personas (II)

Natalia Rueda

Docente investigadora de la Universidad Externado de Colombia

Continuando con la lista de ejemplos que permiten ver la relación entre gestación subrogada y trata de personas, en particular aquella con fines de explotación sexual de niñas y niños o de abuso sexual, no son pocos los casos en los que se ha llegado a la convicción de los abusos o de la existencia de verdaderas redes de tráfico de personas.

A modo de ejemplo, está el caso de Mark J. Newton y Peter Truong, una pareja que había pagado 8.000 dólares a la madre de un niño por su entrega, con miras a falsificar el registro de nacimiento y que Newton figurara como padre y Troung pudiera adoptarlo a su regreso a Australia. En el 2012 fueron arrestados luego de haber encontrado videos de su hijo, que ya entonces tenía seis años, siendo abusado por otros dos hombres. La investigación dio cuenta de la participación de Troung en una red de pedófilos llamada Tail of the Dragon, que permaneció no detectada por más de 20 años. Allí se supo que Troung era un asiduo participante hasta cuando adquirió a su hijo, luego de lo cual comenzó a “ofrecerlo” en una red de abusadores sexuales. Los chats a los que tuvieron acceso las autoridades contenían discusiones sobre cómo adquirir a sus propios hijos.

Casos similares son el del pediatra Cristian Carretero, residente en Suecia, condenado por la violación de dos niños y varios delitos contra la libertad e integridad sexuales de 43 niñas y niños, quien también “se convirtió en padre” gracias a la gestación subrogada; o el de un hombre que abusaba de sus sobrinas en Australia, cuando pagó 44.000 dólares para la concepción de dos gemelas, de las que abusó desde cuando tenían 27 días de nacidas y hasta sus siete meses, produciendo, además, material de explotación sexual.

A esto se suma la identificación de redes de tráfico y de adopciones irregulares que se han configurado como verdaderas “granjas de bebés”. En el sudeste asiático y en Ucrania, para mencionar solo un par de ejemplos, son múltiples los casos conocidos de oferta de bebés, en los que existe además una relación con otras formas de explotación, como la prostitución y el tráfico de mujeres con destino al mercado reproductivo.

Por esta razón es que la forma de abordar todos los problemas asociados a la gestación subrogada no puede despacharse sin considerar su complejidad, proponiendo su legalización sin más. Estas características tendrían que llevar a la sociedad a cuestionarse sobre a quién beneficia la regulación, para permitir una práctica que deshumaniza a mujeres y niños y se sirve de prácticas de explotación y abuso. La gestación subrogada es un ejemplo del resultado de los procesos de tecnificación de la reproducción humana, especialmente, si no se acompaña de una reflexión seria acerca de las implicaciones sociales de permitirlo todo, al costo que sea.

El flagelo de la explotación de seres humanos puede tener fin; sin embargo, sería necesario un enfoque transnacional, la convicción de que la esclavitud no es un destino fatal al que debamos resignarnos como sociedad y la aceptación de que el derecho sin las humanidades no es más que un instrumento de fácil manipulación.