Un juez ordenó la restitución por equivalencia de un predio al que un fenómeno natural (dejadez por abandono forzado) ocasionó un proceso de regeneración del bosque nativo. Según la sentencia, la existencia de este recurso renovable imposibilita la restitución estricto sensu e impone otra solución más justa, de un lado la conservación del ambiente a través de la protección de los recursos regenerados (compromiso ecológico) y, por otra parte, la necesidad de satisfacer la reparación a la víctima como deuda irredimible y parte integrante de los derechos que le son inherentes en la calidad de desplazada por la violencia. Por lo tanto, el juez ordenó al Incoder adjudicar un inmueble de similares o mejores características de aquél que tuvo que abandonar forzosamente, atendiendo además todas las circunstancias que faciliten la explotación.