En la investigación de paternidad extramatrimonial, la parte demandante es el menor de edad afectado por el desconocimiento, por lo que él es el legitimado para actuar, representado por el defensor de familia. Lo dicho por la madre de ese menor tiene la calidad de testimonio al ser rendido por un tercero y no por quien es parte en el proceso. En ese sentido, la Corte Suprema de Justicia reiteró que el testimonio de la madre no puede ser desechado irremisiblemente como prueba, pues algo podrá encontrarse en él que resulte de valía para la definición de la paternidad, a pesar de la sospecha que esta versión pueda tener. Por otra parte, la Sala Civil precisó que al no existir en un proceso de investigación de la paternidad extramatrimonial ningún medio de convicción que confirme lo señalado por la madre de un menor de edad, lo conducente es la práctica de los exámenes que por cotejo de la huella genética sirvan para determinar el índice de probabilidad de la paternidad del demandado (M.P. Arturo Solarte Rodríguez).