Las mujeres víctimas del conflicto armado, más que cualquier grupo social, han tenido que enfrentar las pérdidas humanas y materiales propias de esa condición, situación exacerbada por la discriminación de género, señaló un tribunal de restitución de tierras. A su juicio, es importante resaltar la compleja situación de la mujer campesina en el marco del conflicto, comenzando por su situación desigual frente a las oportunidades brindadas a la población masculina, sumado a los traumas derivados de hechos violentos generados por la pérdida de sus familias. Con estos argumentos y el mandato sobre la necesidad de protección con enfoque diferencial de la Corte Constitucional, en especial el Auto 218 del 2006, el juez ordenó la restitución de un predio en el departamento del Meta y desestimó la oposición del propietario del mismo.