Participación del juez en procesos de filiación es activa

La Ley 721 del 2001 obligó al juez a ordenar la práctica de exámenes científicos que establezcan el índice de probabilidad de parentesco superior al 99,99 % en todos los procesos de determinación de la paternidad o la maternidad, recordó la Sala Civil de la Corte Suprema de Justicia.

De acuerdo con la Sala, esta norma ratificó la intervención activa del juez en la materialización de los derechos de los miembros de la familia. Por ende, el descuido en el ejercicio de este papel y la omisión de sus deberes conduce a la inaplicación de las decisiones dictadas.

La corporación reiteró lo afirmado por la Corte Constitucional, en el sentido de que es inadmisible que se resuelvan los procesos de filiación sin el recaudo de la prueba técnica, teniendo en cuenta el desarrollo de los avances tecnológicos en materia genética.

Sobre la importancia de esta prueba, explicó que la trascendencia de la experticia, tanto en épocas antiguas como modernas, es indiscutible, “con mayor razón cuando son determinantes o excluyentes de la paternidad, sin que exista lugar a dudas sobre sus alcances y, mucho menos, cuando no han sido desconocidas u objetadas por los interesados”.

Además, precisó que la autoridad judicial tiene facultades para decretar y practicar pruebas genéticas en las actuaciones de investigación de la filiación extramatrimonial, lo cual no puede quedar al arbitrio de las partes.

Si en el expediente existe prueba pericial que demuestre con grado cercano a la certeza la improbable paternidad del demandado o de un tercero, y está enfrentada a las que deducen presunciones de un hecho indicado, la duda debe ser esclarecida por el juez, antes de finalizar el proceso, resaltó el alto tribunal.

Sin embargo, esto no significa que el operador judicial deba desechar las pruebas testimoniales o documentales allegadas y que den cuenta de las relaciones íntimas sostenidas por una pareja en una época determinada y coincidente con la concepción del menor, pues el objetivo es identificar con exactitud la condición de padre o madre, concluyó.

(Corte Suprema de Justicia, Sala Civil, Sentencia. 11001020300020030016401, dic. 5/12, M. P. Fernando Giraldo)