En aquellos casos en los que existe confusión en la tradición de un inmueble que, conforme a los títulos traslaticios de dominio, corresponde a propiedad privada, pero a su vez existen adjudicaciones realizadas por el Instituto Colombiano de Desarrollo Rural (Incoder), a título de baldíos, el llamado a adecuar dicha tradición es el instituto y no la oficina de registro de instrumentos públicos, pues la adjudicación se realiza bajo los parámetros de la Ley 160 de 1994, sobre reforma agraria. Así lo indicó la Superintendencia de Notariado y Registro, al tiempo que realizó un completo análisis sobre títulos inmobiliarios desde el siglo XVI en Colombia.