Proselitismo ateísta

Lástima que el doctor Antonio Vélez, cuyas interesantes crónicas quincenales leemos con fruición, insista en su proselitismo ateísta. Cada vez que escribe sobre esos temas, como esta vez con el artículo sobre El Meme Dios (Edición 324), da la impresión de querer llenarse de razones para tranquilizar su inquietud espiritual. En fin, hay quienes preferimos seguir creyendo que nuestra existencia tiene un sentido trascendente y que todo nos habla de “alguien” que nos espera después de la muerte. ¡Ah!, y en cuanto a los puntos a favor de la religión con aquello del arte, la literatura y la arquitectura, pienso que olvidó lo más importante: la multitud de personas que, olvidando sus intereses particulares, y guiados por su fe, se dedican con abnegación a servir a los demás en los hospitales, orfanatos, escuelas y demás obras de solidaridad. Eso cuenta, ¿verdad?

Francisco de P. Jaramillo G.     

Ya no hay Filosofía del Derecho

El motivo de este correo es solicitarles que Legis edite libros sobre Filosofía del Derecho, o que en ÁMBITO JURÍDICO haya una sección especial sobre este tema, sobre la historia de la Filosofía del Derecho, sobre argumentación, lógica jurídica, teoría jurídica, o que saquen alguna cartilla junto con el periódico.

Ya no hay Filosofía del Derecho, no hay un medio de comunicación especializado en ese tema, solo escritos esporádicos; en las universidades la Filosofía del Derecho es “costura”. No hay filósofos del Derecho. Ustedes tienen los contactos y la capacidad editorial para hacer esta empresa. Es urgente.

Vladimir Celis

Solo son chistes flojos

Señor director. Cordial saludo. Me refiero a la columna En tela de juicio (última página). Llama la atención, señor director, que esta columna figura como la más leída de ÁMBITO JURÍDICO, la cual tiene como fundamento hacer chistes flojos sobre los abogados.

No es posible que una publicación que vive del pensamiento jurídico del país a cargo de los abogados cada edición de ÁMBITO JURÍDICO se presente como una oportunidad para su desprestigio y burla.

Juan Olmedo Arbeláez

Notario Segundo. Sevilla (Valle)