El marco jurídico que ampara la función de mercadeo de las cajas de compensación familiar permite que el suministro de alimentos de la canasta familiar no se realice siempre de manera gratuita, pues de acuerdo con la normativa vigente los programas de nutrición y mercadeo social no benefician solo al consumidor, sino también al productor o abastecedor del bien. Por lo tanto, es viable que estas entidades lleven a cabo esta actividad mediante el suministro oneroso de alimentos básicos a determinado sector y, en ese sentido, ofrecer sus servicios dentro de un procedimiento de selección, indicó el Consejo de Estado. En el caso analizado, la caja de compensación familiar Cafam participó en una licitación cuyo objeto era la contratación para el suministro y distribución de alimentos perecederos para el consumo de los centros de desarrollo infantil en la ciudad de Bogotá. Para la corporación, esta actividad no desnaturalizó la función de mercadeo mencionada, el cual puede dirigirse a un sector de la población distinto a las empresas afiliadas (C.P. Hernán Andrade Rincón).