El control disciplinario se ejerce en un nivel interno y externo, de conformidad con lo establecido en los artículos 1° y 2° de la Ley 734 del 2002 (Código Disciplinario Único). Así, las autoridades que están a cargo del primero son las oficinas, grupos o unidades de control interno disciplinario de las ramas, entidades, órganos y organismos del Estado, mientras que el segundo está en cabeza del Ministerio Público y de las personerías municipales y distritales, en virtud del poder disciplinario preferente que la Constitución y la ley conceden a dichos órganos, o de la cláusula general de competencia que la Procuraduría ostenta por mandato constitucional. En ese orden, la regla de competencia del control disciplinario interno aplica, de manera general, sobre todos los servidores de la respectiva entidad, salvo en los casos en que una disposición especial haya establecido una solución diferenciada, como ocurre (i) respecto de funcionarios que gozan de fuero especial, cuya competencia es de la Procuraduría; (ii) cuando dicho órgano de control o las personerías ejercen de manera expresa el poder disciplinario preferente; (iii) cuando en la comisión de la falta disciplinaria intervienen al mismo tiempo particulares y funcionarios de la entidad, caso en el cual la investigación corresponde en su integridad a la Procuraduría, por el factor de conexidad, entre otros. Consulte en el documento adjunto los demás eventos (C. P. Álvaro Namen Vargas).