Desde el pasado lunes 7 de julio, empezó a regir en Cundinamarca la Ordenanza 216 del 2014, por la cual se aprobó el nuevo Estatuto de Rentas del departamento. De acuerdo con la norma, los establecimientos a los que se les encuentre una sola unidad de licor de contrabando, adulterado o sin estampilla serán objeto de cerramiento y se les cobrarán multas significativas. La medida es una de las tres que adelanta la cartera de Hacienda, en convenio con la Federación de Departamentos, que también creará un grupo especial anticontrabando e implementará jornadas de educación tributaria. Según información de la actual administración departamental, se perdían cerca de $ 250 mil millones anuales por cuenta del contrabando, evasión, elusión, falsificación y adulteración de productos.