Además de advertir que el panorama que afronta el transporte público en la ciudad, debido también a la crisis del sistema Transmilenio, puede llevar a un colapso y quiebra del sistema integrado de transporte público (SITP), indicaron en el Concejo de Bogotá las que consideran malas decisiones políticas que han puesto en declive al sistema. Según los cabildantes, es claro un abandono por parte del alcalde Petro, porque quiere acabar con Transmilenio; el cambio continuo de gerente no permite una administración uniforme; no construir la troncal de la carrera séptima; prorrogar los contratos de operación de las fases I y II sin licitación pública; un plan de desarrollo desfinanciado e improvisado; rebaja de tarifas en horas valle, provocando un déficit desde el año 2011; no sacar de circulación a cientos de buses antiguos y lentitud en la implementación del SITP, entre otras. Adicionalmente, señalaron que la multa impuesta por incumplir la integración de tarjetas le cuesta a la ciudad $ 106 millones por cada mes de mora, lo cual iría hasta diciembre del 2015.