Por medio de los decretos 262 y 263 de la Alcaldía Mayor de Bogotá, fueron reglamentadas las unidades de planeamiento zonal de los Alcázares (Barrios Unidos) y Corabastos (Kennedy). Siguiendo las recomendaciones de la mesa interinstitucional para el manejo y control de los servicios de alto impacto, se descartó la posibilidad de aceptar zonas de tolerancia en estos sectores. De acuerdo con la disposición, no se puede replicar lo ocurrido en los Mártires, donde opera la única zona de alto impacto autorizada en la ciudad y funcionan sitios ligados con la prostitución, teniendo en cuenta la existencia de zonas residenciales y centros educativos.