Universidad de Manizales presenta el primer Doctorado en Derecho para la región cafetera

María Teresa Carreño Bustamante

Decana de la Facultad de Ciencias Jurídicas Universidad de Manizales

Para una de las regiones más pujantes de Colombia, el Doctorado en Derecho de la Facultad de Ciencias Jurídicas de la Universidad de Manizales es una de las mayores apuestas de la comunidad jurídica en la región cafetera, la cual consolida una escuela de pensamiento que ya venía construyéndose desde hace algunos años. Esta es una muy buena noticia para la región y para el país, dado que su impacto se sentirá en todo el eje cafetero, que cuenta con varios departamentos cercanos que aún no tienen programas de alto nivel de formación jurídica. 

El anuncio, que llega en tiempos de incertidumbre universitaria, proyecta la Universidad de Manizales hacia la excelencia investigativa y de formación de alto nivel, que vale la pena ser explicada. En efecto, el horizonte de acción de los procesos académicos de la institución (formación, investigación y proyección social) tiene como premisa dos principios fundamentales: racionalidad y razonabilidad.

En el primero, la Universidad de Manizales es humanística por naturaleza, altamente comprometida con la ciencia, la técnica y la innovación. Se considera una institución anclada en un pensamiento dinámico, sociohistórico y propositivo para el conocimiento de las sociedades. En el segundo, esta es una virtud básica para que los ciudadanos que pertenecen a sociedades plurales puedan convivir con criterios de justicia, equidad y responsabilidad.

En el caso específico de la Facultad de Ciencias Jurídicas, desde la creación del Programa de Derecho, se ha estructurado un proceso permanente de autoevaluación, de acuerdo con los lineamientos institucionales expresados en la misión, la visión y el sistema de planificación. En este último, las políticas se convierten en un marco de referencia, actuación y regulación para la toma de decisiones, las funciones y las acciones, los planes, los programas y los proyectos, y se constituyen en una herramienta de base para la consolidación de los sistemas de gestión, que potencian el logro de los objetivos institucionales.  

Reconocimiento a la calidad

En el año 2007, el programa de Derecho recibió el reconocimiento a su calidad, gracias a la primera acreditación, por cuatro años, de parte del Consejo Nacional de Acreditación (CNA). Más adelante, en el 2011, obtuvo su reacreditación por un periodo igual. Luego de un proceso de autoevaluación permanente y de revisión continua del plan de mejoramiento, se procede a presentar, nuevamente a consideración del CNA, los documentos y las evidencias, para una segunda reacreditación del programa de Derecho obtenida mediante la Resolución 9228 de 2018 por un lapso de seis años.

Partiendo de la ubicación del programa de Derecho, en el marco de los principios institucionales, su sistema de planeación, misión y visión en este proceso y, a pesar de los reconocimientos de la calidad, el equipo de trabajo se cuestionó sobre la coherencia entre la formación que se imparte a los estudiantes de Derecho y la práctica posterior de los egresados en el mundo jurídico.

Por ello, se quiso problematizar la relación entre dicha formación con la transformación social y la relación entre funciones sustantivas, reconocimiento de la teoría, epistemología, métodos, caracterización de los actores sociales, tiempos de formación, espacios y currículos, entre muchas otras categorías que se tuvieron en cuenta. Ello producto de la responsabilidad social, que debe ocupar en su proceso a una escuela de pensamiento y que también deben tener los abogados, quienes ejercen su profesión en el marco de la Constitución Política y de la institución de la cual egresan. Por ello, en dicho proceso se tuvo en cuenta la coherencia del programa, sus contenidos, la teoría jurídica, la investigación y la práctica de los estudiantes.

Didactobiografía

Uno de los dispositivos para el desarrollo del proceso fue la didactobiografía construida y socializada por muchos de los actores del programa. Este ejercicio dio como resultado una reconstrucción histórica que permitió al equipo visibilizar el pasado, el presente y el futuro del proceso, representados en quienes han participado en los diferentes momentos históricos.

Para superar dicha organización y de cara al futuro, se propuso como núcleo central de la propuesta el problema de época, teniendo en cuenta que la reconstrucción histórica a partir de las didactobiografías permitió comprender que la historia de cada uno de los actores internos y externos se encontraba de manera permanente en los sucesos y eventos de la nación, caracterizándonos de manera individual y colectiva y generando una forma de actuación de país, de organizaciones, incluida la universidad y, por ende, el programa en su proceso de formación.

Por tanto, era necesaria una propuesta que partiera de la problematización y el trabajo colectivo, como forma de elaboración de sentidos comunes, reconociendo que el proceso es fundamentalmente humano y la importancia de los argumentos en la construcción y reconstrucción social a la que se compromete. Producto de este proceso de seis años, se ha realizado una innovación curricular en el marco de la gestión del conocimiento, que pronto será entregada al Ministerio de Educación Nacional.

Trayectoria

Con esta construcción revolucionaria en el campo de la formación jurídica, el proceso de preparación para el programa se pensó desde la base, con la germinación y consolidación de una escuela de pensamiento, orientada por la teoría del Derecho, que avanza en cada una de las áreas, por un marco epistemológico, metódico y práctico. Así, la trayectoria académica de la Facultad de Ciencias Jurídicas comprende su programa de Derecho; sus posgrados; sus grupos de investigación Derecho y Sociedad, Derechos Humanos y Conflictos, y Política Criminal, Víctima y Delito y, recientemente, la obtención del registro calificado del Doctorado en Derecho. Este último se concibió como un proyecto de ciudad y de región para el país y América Latina, el cual se expresa como corolario de una escuela de pensamiento que ha ido tejiendo cada uno de sus hitos históricos para ganar identidad y convertirse así en un sistema autopoiético.   

En ese sentido, el Doctorado en Derecho de la Facultad de Derecho de la Universidad de Manizales se nutrió de la amplia experiencia en formación e investigación de su programa de Derecho y de su Centro de Investigaciones Jurídicas (CIS), que cuenta con una revista de investigaciones y una amplia gama de líneas y grupos de investigación, con investigadores senior de Colciencias.

Por último, hay que destacar que el nuevo doctorado ofrece las siguientes líneas de formación: Teoría del Derecho y Estudios Constitucionales, Derecho y Medio Ambiente, Estado Social de Derecho, Justicias y Formación Jurídica, Política Criminal y Política Legislativa Penal, desarrolladas en 80 créditos, con seis semestres y dos encuentros presenciales por semestre. Estos últimos girarán de manera nuclear alrededor de la investigación, la cual alimentará directamente el desarrollo curricular del doctorado y, a la vez, se nutrirá de los alcances investigativos de los estudiantes e investigadores a través de las tesis, pasantías, movilidad nacional e internacional, con lo cual se fortalecerá una escuela de pensamiento necesaria para la transformación social.