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Actualizado hace 39 minutos | ISSN: 2805-6396

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Las facultades de Derecho que necesita el posconflicto

13 de Octubre de 2016

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Carlos Mario Molina Betancur

Director Ejecutivo Asociación Colombiana de Facultades de Derecho (Acofade)

 

Las facultades de Derecho que necesita la sociedad de posconflicto colombiano tienen la obligación de impartir cátedras de paz en todo el territorio nacional, como lo establece la Ley 1732 del 2014, para establecimientos de educación preescolar, básica y media. La ley precisa que en observancia del principio de autonomía universitaria, cada institución de educación superior desarrollará la cátedra de la paz, en concordancia con sus programas académicos y su modelo educativo.

 

Esto es apenas natural, ya que la educación superior, y en especial las áreas de ciencias sociales, son las llamadas a impartir las cátedras de la paz en el país. Los maestros de educación preescolar, básica y media que van a dictar dichas cátedras son los primeros que deben ser formados en estas. También los sicólogos, los abogados, los arquitectos, los sociólogos y los políticos que construirán la nueva sociedad colombiana del posconflicto necesitan una adecuada formación en cultura de paz.

 

La cátedra de la paz tendrá como objetivo principal crear y consolidar un espacio para el aprendizaje, la reflexión y el diálogo sobre la cultura de la paz y el desarrollo sostenible, que contribuya al bienestar general y el mejoramiento de la calidad de vida de la población. Esto tiene como propósito acabar definitivamente con la cultura de guerra, prohibida por el artículo 20 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos.

 

De otro lado, las cátedras de la paz cumplen con el artículo 22 constitucional: “La paz es un derecho y un deber de obligatorio cumplimiento”. Igualmente, materializan el artículo 41 superior, que dispone: “En todas las instituciones de educación, oficiales o privadas, serán obligatorios el estudio de la Constitución y la Instrucción Cívica. Así mismo se fomentarán prácticas democráticas para el aprendizaje de los principios y valores de la participación ciudadana…”.

 

Derecho Constitucional

 

Pero este deber también es un derecho constitucional. Así lo establece el numeral 2º del artículo 5º de la Ley 115 de 1994, que consagra como uno de los fines de la educación: “La formación en el respecto a la vida y a los demás derechos humanos, a la paz, a los principios democráticos, de convivencia, pluralismo, justicia, solidaridad y equidad…”. Que de acuerdo con el artículo 14, literal d), de la misma ley, adopta la enseñanza obligatoria en los establecimientos oficiales o privados de educación preescolar, básica y media: “La educación para la justicia, la paz, la democracia, la solidaridad, la confraternidad, el cooperativismo y, en general, la formación en los valores humanos”. Lo que se compagina con el parágrafo del artículo 1º de la Ley 1732 del 2014.

 

La misma ley establece el carácter obligatorio de la cátedra de la paz en las instituciones educativas del país, y señala que el desarrollo de dicha asignatura se ceñirá a un pensum académico flexible, el cual será el punto de partida para que cada institución educativa lo adapte de acuerdo con las circunstancias académicas de tiempo, modo y lugar que sean pertinentes. Dichas asignaturas están enumeradas en la ley: (i) Justicia y derechos humanos. (ii) Uso sostenible de los recursos naturales. (iii) Protección de las riquezas culturales y naturales de la Nación. (iv) Resolución pacífica de conflictos. (v) Prevención del acoso escolar. (vi) Diversidad y pluralidad. (vii) Participación política. (viii) Memoria histórica. (ix) Dilemas morales. (x) Proyectos de impacto social. (xi) Historia de los acuerdos de paz nacional e internacional. (xii) Proyectos de vida y prevención de riesgos.

 

De estas asignaturas, la mayoría se imparte en las facultades de Derecho, pero todavía sin el enfoque de la cultura de paz, que establece la Ley 1732. Lo que parece más urgente ahora con la firma de los acuerdos de La Habana, y, para ello, los abogados del país serán llamados a poner su granito de arena. Por eso, la necesidad de revisar las cátedras relacionadas con el posconflicto que imparten las facultades de Derecho, y redireccionarlas hacia una cultura de paz. Veamos algunos ejemplos:

 

Algunos retos

 

(i) Justicia y Derechos Humanos. Esta asignatura deberá ser complementada con todo lo que trae el acuerdo de La Habana, en lo que tiene que ver con justicia transicional; derechos de las víctimas; resocialización de los victimarios; verdad, reparación e indemnización en los procesos de restitución; amnistía, perdón y olvido.

 

(ii) Uso sostenible de los recursos naturales. Deberá ser complementada con el tema agrario, los proyectos mineros, la biodiversidad, la transformación de los cultivos de marihuana, los proyectos asociativos para el campo, la microempresa campesina y la adjudicación de tierras para los reinsertados.

 

(iii) Protección de las riquezas culturales y naturales de la Nación. Aunque no es una cátedra muy común en las facultades de Derecho, las universidades que la quieran implementar deberán ampliar sus asignaturas de medioambiente, para complementarlas con todo el tema de la riqueza cultural que representará la convivencia pacífica entre víctimas y victimarios, la cultura de la paz, la protección de recursos naturales no renovables y la biodiversidad como patrimonios históricos intangibles.

 

(iv) Resolución pacífica de conflictos. Esta asignatura se imparte en casi todas las facultades de Derecho del país, la cual deberá complementarse con los temas propios del posconflicto. Para ello, los comités de convivencia y los jueces de paz serán temas importantes para el análisis de la justicia no convencional, destinada a impedir la judicialización de conflictos propios a la tierra y al despojo de bienes.

 

(v) Prevención del acoso escolar. Entrará a enriquecer los cursos que se imparten en las facultades de Derecho en materia de derechos humanos y protección a los niños. Además, por ser un tema recurrente en aquellas, será importante para la protección de los derechos de los niños y adolescentes que se van a reinsertar a la vida civil con ayudas para la educación y la formación para el trabajo.

 

(vi) Diversidad y pluralidad. Es un tema propio de los cursos de Derecho Constitucional, pero que necesitaría un nuevo enfoque para mirar cómo se van a garantizar los derechos de las minorías en la nueva sociedad del posconflicto. Siendo los miembros de la antigua guerrilla de las Farc blancos fáciles de discriminación en la nueva sociedad de paz, las facultades de Derecho tendrán la responsabilidad de impartir cátedras de derechos constitucionales que abarquen estos temas en particular.

 

(vii) Participación política. La asignatura de Derecho Constitucional que se imparte en las facultades de Derecho del país tiene un capítulo importante sobre participación en política, pero hasta ahora no se han incluido temas de la representación política de miembros de las Farc que se hayan integrado a la política con cupos directos o indirectos. Esto será un gran reto para el país y un tema de estudio para los futuros abogados constitucionalistas.

 

(viii) Memoria histórica. Esta asignatura no se imparte todavía en ninguna Facultad de Derecho, pero es una obligación incluirla dentro del plan de estudios de los abogados en formación, dada su trascendencia y valor histórico que tiene para nuestro país.

 

(ix) Dilemas morales. La asignatura de ética, que no se imparte en todas las facultades de Derecho, deberá englobar todo el tema de juicios morales y comportamientos éticos que una sociedad de posconflicto deberá afrontar al momento

de volver a la convivencia entre víctimas y victimarios, de una guerra de más de medio siglo.

 

(x) Proyectos de impacto social. Las asignaturas de investigación jurídica que se imparten en las facultades de Derecho tendrán que implementar mecanismos de formación en investigación para el impacto regional de los proyectos que permitirán la resocialización de los miembros de las Farc y el rol que tiene la empresa privada en este tema. Es en estos cursos en donde la innovación y el emprendimiento tienen todo su campo de acción para la construcción de una nueva sociedad de paz.

 

(xi) Historia de los acuerdos de paz nacionales e internacionales. Las asignaturas de historia en las facultades de Derecho (muchas han sido eliminadas del plan de estudio) vuelven a tener toda su importancia por el compromiso de todos los colombianos de enseñarles a las nuevas generaciones lo que significa los diferentes acuerdos de paz que se han llevado a cabo en nuestro país, su diferencia y originalidad frente a otros procesos que del mundo.

 

He ahí, pues, los grandes retos que le esperan a las facultades de Derecho del país para la construcción de la nueva sociedad de paz en Colombia.

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