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Actualizado hace 6 hours | ISSN: 2805-6396

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El IARCE, un instituto que reflexiona sobre la responsabilidad en Colombia

16 de Septiembre de 2015

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Nicolás Parra Herrera

Asociado de Gamboa & Acevedo Abogados.

Profesor de Derecho de la Universidad de los Andes

 

Los días 27 y 28 de agosto, se llevó a cabo el X Encuentro internacional de responsabilidad civil, en Bogotá, organizado por el Instituto Colombiano de Responsabilidad Civil y del Estado (IARCE). El evento fue un escenario de alto rigor académico para reflexionar y repensar un concepto que se está comenzando a reconfigurar en los países de tradición iuscivilista: la responsabilidad. Hay que resaltar que este encuentro se enmarcó en el aniversario número 22 del IARCE, por lo cual, además del debate académico, se lanzó la edición especial de la Revista de responsabilidad civil y del Estado y se galardonó a los estudiantes ganadores del Concurso Nacional Gilberto Martínez Rave.

 

El IARCE, su revista, sus concursos y los encuentros que ha organizado a los largo de 22 años se han convertido, como lo anunció Gilberto Martínez Rave –uno de sus miembros fundadores–, en un instrumento importante para promocionar e impulsar el conocimiento y estudio de la responsabilidad de las personas e instituciones públicas o privadas.

 

El encuentro

 

Antiguamente, la responsabilidad civil y del Estado habían evolucionado con base en una de las finalidades de este concepto en la dogmática jurídica: la reparación del daño causado. Sin embargo, en la nueva era de la responsabilidad jurídica se ha partido, ya no desde la reparación del daño, sino desde su otra finalidad: la disuasión de los ilícitos. De manera que si bien la responsabilidad en cuanto categoría jurídica siempre ha sido bicéfala y, asemejándose al Dios mitológico Jano, tenía una cara mirando al pasado y otra al futuro, lo cierto es que en la actualidad, como se evidenció en el encuentro en mención, la responsabilidad está girando hacia su telos disuasivo. Esto, desde luego, implica repensar otras categorías vinculadas con la noción de responsabilidad, como la tipología del daño y su cuantificación, cuando vemos la responsabilidad ya no desde la óptica de la reparación, sino de la disuasión.

 

El evento fue un escenario ideal para adelantar el debate sobre la responsabilidad y otras materias aledañas, como los daños inmateriales; las nuevas formas de cuantificación del daño; los desarrollos normativos en materia de responsabilidad de los administradores de sociedades; la responsabilidad en el ámbito de la propiedad intelectual y en el derecho de la competencia y la cuantificación del daño. Para la discusión de estas materias, el Encuentro se dividió en dos grandes ejes temáticos: (i) La tipología del daño y su reparación y (ii) la responsabilidad civil en materia empresarial.

 

Dentro del primer ámbito, cabe destacar la conferencia de Arturo Solarte sobre La reparación integral del daño y la restitución de los beneficios obtenidos por el civilmente responsable, en la cual señaló que actualmente existen otros criterios para cuantificar el daño distintos a los perjuicios sufridos por la víctima y, en cambio, ligados a los beneficios que obtuvo el infractor con su conducta ilícita o, en materia de propiedad intelectual, el precio que ha debido pagar el infractor por una licencia.

 

Estos últimos criterios no son ajenos a nuestra legislación, pues se encuentran consagrados en el artículo 243 de la Decisión 486 del 2000 de la CAN, que aplica para asuntos relacionados con la propiedad industrial y cuya extrapolación a otros ámbitos del Derecho debe estudiarse detenidamente.

 

Debates

 

También hay que destacar la conferencia de Fernando Moreno Quijano denominada ¿Responsabilidad sin perjuicio?, en la que reconfiguró acertadamente el concepto de daño, para entenderlo como la privación de las facultades jurídicas o la usurpación de las potestades de uso y goce de frente a los bienes jurídicos.

 

Adicionalmente, esbozó una teoría de la responsabilidad civil sin perjuicio, cuyos elementos serían, entre otros, que exista una invasión a la esfera jurídica ajena y un atentado al derecho sin que sea necesario que el titular del derecho perciba la invasión ni que se le genere un daño material.

 

En esta misma línea se desarrolló la conferencia de Javier Tamayo Jaramillo, quien coincidió con Moreno en que el daño es, principalmente, un menoscabo de las facultades jurídicas para disfrutar de ventajas económicas o extrapatrimoniales toleradas por el Estado. Con ello, Tamayo buscaba hacer una distinción crucial en la teoría de daños, con el fin de no confundir el daño físico con el daño jurídico y construir a partir de esa distinción conceptual una nueva aproximación a la responsabilidad jurídica.

 

En el segundo ámbito temático hay que recalcar la elocuente conferencia del superintendente de Sociedades, Francisco Reyes Villamizar, quien anticipó la reforma estructural que se está proponiendo en el régimen de responsabilidad en el ámbito societario.

 

Particularmente, la abolición del artículo 63 del Código Civil, sobre la graduación de culpas y la conformación de un régimen autónomo e independiente de responsabilidad para los administradores de las sociedades por un deber de lealtad y de cuidado, que se adaptaría mejor al contexto empresarial y la toma de decisión por los administradores.

 

También se hizo presente el superintendente de Industria y Comercio, Pablo Felipe Robledo del Castillo, que también centró su conferencia en los avances normativos que se han adelantado en materia de derecho de la competencia para identificar y actuar de manera eficiente contra los carteles empresariales y los monopolios de precios en ciertas industrias.

 

Tradición jurídica

 

Aparte de las conferencias, Andrés Orión Alvarez, miembro fundador del IARCE, presentó la edición 36 de la Revista de responsabilidad civil y del Estado que, desde 1995, alimenta la tradición jurídica en nuestro país, con reflexiones que se han vuelto doctrina, teorías que se han vuelto jurisprudencia e ideas que se han consagrado en la legislación nacional. Así mismo, se entregó el Premio Gilberto Martínez Rave a tres estudiantes que serán la nueva generación de este nuevo hito en las reflexiones sobre la responsabilidad jurídica.

 

Con un esfuerzo desmedido, el IARCE, bajo la dirección y coordinación de Andrés Orión Álvarez, director de la publicación, y Maximiliano Aramburo, actual miembro y soporte editorial de la revista, hicieron posible este Encuentro, que fue uno de los eventos de más alto nivel académico en el ámbito jurídico y que, sin duda, plantea una serie de reflexiones que marcan el inicio de lo que he denominado la nueva era de la responsabilidad.

 

En síntesis, fue un lúcido ejemplo de que la academia puede hacer una simbiosis con la práctica jurídica desde el ámbito privado y público y construir unas ventanas para iluminar y enriquecer los debates sobre la responsabilidad, y plantear un sistema jurídico que atienda a las necesidades del mundo contemporáneo.

 

Hoy, el IARCE cumple 22 años, y se ha convertido en un referente obligatorio para los que en nuestro ejercicio profesional o académico tenemos contacto con la responsabilidad jurídica. Y se ha consolidado una serie de estrategias y proyectos, como los encuentros de responsabilidad civil o sus revistas, para llevar a cabo una de las más nobles tareas del ser humano: difundir el conocimiento y sembrar en las futuras generaciones la curiosidad y el deseo de querer entender mejor la finalidad del Derecho. 

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