La reforma a la Ley General de Turismo (Ley 300 de 1996) fue conciliada y establece, entre otras medidas, el turismo de interés social, para que la población menos favorecida acceda a planes de descanso. Además, incluye nuevos aportantes de la contribución parafiscal para la promoción del turismo. Por otra parte, obliga a los administradores de propiedad horizontal a reportar los inmuebles que presten servicios de alojamiento sin autorización. Si no lo hacen, serían multados con hasta tres salarios mínimos mensuales. Aunque se eliminó el cobro a los extranjeros que ingresan a Colombia del impuesto con destino al turismo, se determinó que el recaudo del impuesto de timbre podrá usarse desarrollar programas de competitividad en este sector.