La garantía mínima de calidad de un bien o servicio no solo se refiere a garantizar que el mismo cumpla con las características propias de su naturaleza, sino también con aquellas particulares ofrecidas por el productor y/o proveedor y que, en muchas ocasiones, resultan determinantes en la intención de compra de los consumidores. Por lo tanto, indicó la Superintendencia de Industria y Comercio, si el bien o servicio no cumple con las particularidades anunciadas, ello constituye una vulneración a sus intereses legítimos, en la medida en que no ve colmadas sus expectativas ni satisfechas las necesidades para las cuales se efectuó la compra. Corresponde a la entidad evaluar si las características del bien o servicio resultan coherentes con lo informado sobre el mismo, aspecto de suma relevancia a la hora de proteger los derechos de los consumidores en el marco de la acción jurisdiccional de protección al consumidor.