El Consejo de Estado reiteró que la patentabilidad de una invención depende de su novedad, su altura inventiva y su aplicación industrial. En otras palabras, la creación no puede ni debe estar comprendida en el estado de la técnica, debe entrañar un avance cualitativo con respecto a la técnica existente y el objeto de la patente poderse fabricar o utilizar materialmente por la industria. De esta forma, la Sección Primera estuvo de acuerdo con la decisión de la Superintendencia de Industria y Comercio de negar la patente de invención a una solución que optimizaba la higiene de la boca (C.P. Rafael Enrique Ostau De Lafont Pianeta).