El Consejo Superior de la Judicatura, a través de un fallo reciente, concluyó que la legislación procesal civil establece un conjunto de situaciones en que los auxiliares de la justicia son destinatarios de juicios disciplinarios, por eso no cualquier comportamiento los hace merecedores de la sanción de exclusión de la lista de auxiliares o de las multas correspondientes, en tanto para tal decisión se requiere su incursión en uno de los comportamientos contemplados en la ley con un grado de dolo compatible al de un comportamiento penal reprochable a cualquier persona. Ahora, “si lo que se trata es de hacer más benévola la sanción a estos funcionarios, ello no corresponde al querer del legislador plasmado en el antiguo Código de Procedimiento Civil, pues la sanciones, como se reitera, deben entenderse no para cualquier actuación propia de un particular, sino para aquéllos comportamientos que además de groseros deriven en un grado superior de dolo exigible”, enfatiza la providencia. De allí que las faltas no puedan ser calificadas como leves, graves o gravísimas, tampoco que se puedan establecer formas de culpabilidad (M. P. Julia Emma Garzón).