Las graves violaciones a los derechos humanos que hayan sido cometidas en Colombia deben investigarse a partir de una doble imputación de la conducta. Así lo advirtió el fiscal general de la Nación, Eduardo Montealegre Lynett, al señalar que este criterio debe aplicarse a los mecanismos de justicia transicional en la búsqueda de los máximos responsables como garantía de no repetición del delito. “Para cumplir con la garantía de no repetición es fundamental que cuando se trate de la persecución de graves violaciones a los derechos humanos, la investigación no se centre específicamente en la conducta individual de los insurgentes que han cometido graves violaciones a los derechos humanos, sino que es más importante que el Estado se centre en la doble imputación estableciendo claramente cómo era la estructura y la ingeniería de esa maquinaria, para que el Estado pueda poner todo su poder legítimo para desarticular la estructura”, agregó. Para el jefe del ente acusador, una de las formas más eficientes y eficaces de combatir la criminalidad es abandonar la perspectiva individual de la investigación del delito, para insertarla en un hecho total.