La Corte Suprema de Justicia recordó que frente al recurso de apelación en procesos de Justicia y Paz se puede aplicar la Ley 1395 del 2010 (Ley de Descongestión Judicial). Las principales razones que encontró la corporación para sustentar esta tesis consisten en que la Ley 1395 se encamina a descongestionar la justicia en general, sin excluir el trámite en los procesos penales, y en que la Ley 975 del 2005 (Ley de Justicia y Paz) propugna por la celeridad en el trámite de juzgamiento. De esta forma, la Sala Penal reconoció que los trámites del recurso de apelación son engorrosos, demorados y onerosos y que el artículo 26 de la Ley 975 no es el mejor mecanismo para hacer efectiva la celeridad. Por ello, advirtió que la sustentación de este recurso se debe efectuar ante el juez de primera instancia, de forma oral en la misma audiencia o de manera escrita dentro de los siguientes cinco días, siempre que el trámite de apelación se inicie con posterioridad a la vigencia de la Ley 1395 y sin que importe si se impugna un auto o una sentencia (M.P. Alfredo Gómez Quintero).