Cultura y Derecho
Novedades en Netflix: ‘Ida’
18 de Abril de 2016
Andrés Mejía Vergnaud andresmejiav@gmail.com / @AndresMejiaV
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ida, película polaca que ganó el premio Oscar de la Academia como mejor película en lengua extranjera en el 2015, y que ha ganado además de ese numerosos premios, está ya disponible en Netflix Latinoamérica. Aclamada entre otras cosas por su bella fotografía en blanco y negro, la película no solo constituye una enriquecedora experiencia, sino que puede motivar el interés sobre un tema más o menos olvidado de la historia contemporánea: la Polonia de la posguerra. Fue dirigida y coescrita por el polaco Pawel Pawlikowski.
En la geopolítica de la Europa moderna, y en rigor incluso desde antes, la nación polaca ha tenido que sufrir numerosos infortunios, y en medio de todos ellos ha subsistido el anhelo por tener un país, una patria que aloje a este grupo humano al que le sobran identidad y diferenciación.
Las penurias geopolíticas de Polonia se deben tal vez a su ubicación geográfica, al hecho de estar localizada entre dos potencias belicosas y agresivas: Rusia y Alemania. Estas dos potencias se repartieron el territorio polaco en numerosas oportunidades, conocidas en la historia como las “particiones polacas”. Los polacos tuvieron la esperanza de que Napoleón, tras haber disuelto el Imperio Romano-Germánico, y ya decidido a marchar sobre Rusia, les garantizara una patria independiente, pero fue en vano. Basta pensar, para captar la magnitud del drama histórico, que la Alemania hitleriana y la URSS, antes de enfrentarse a muerte en la Segunda Guerra Mundial, habían acordado otra repartición del territorio polaco.
El elemento más peculiar de la nación polaca ha sido su fervoroso catolicismo, tradicionalmente superior en devoción incluso al de España e Italia. Ello ha diferenciado a Polonia de sus vecinos, protestantes hacia occidente, ortodoxos hacia el sur y el oriente. Polonia fue también hogar de una importante comunidad judía, masacrada por los nazis.
Polonia fue uno de los países que más sufrió durante la Segunda Guerra Mundial, la cual empezó, precisamente, con un ataque alemán a dicho país el 1º de septiembre de 1939. Los alemanes se comportaron con extrema crueldad, no solo contra los judíos, sino contra los polacos católicos. Terminada la guerra, Polonia vivió medio siglo bajo el régimen comunista.
Este no fue escogido por su pueblo, ni emergió de una revolución: fue impuesto por las tropas rusas que ocuparon el territorio polaco, y que se comportaron apenas un poco mejor que los nazis, si es que ello pudiera decirse. Y fue la devoción católica de los polacos uno de los obstáculos con los que el comunismo tuvo que lidiar allí, y que le impidieron tener un mayor arraigo.
Estos elementos configuran el escenario de Ida. La película, ambientada en el periodo del comunismo de posguerra, toma el nombre de su protagonista, una joven novicia católica quien, antes de tomar sus votos, hace un breve viaje para ver a la única familiar que tiene. Esta resulta ser una funcionaria del régimen comunista y héroe de la resistencia a los nazis, quien pese a su elevada posición lleva una vida un tanto frustrada y solitaria. Esta mujer revelará a Ida un aspecto insospechado de su pasado y de sus orígenes familiares.
Como sugería al principio, tal vez el aspecto más meritorio de esta película es su bellísima fotografía en blanco y negro, lo cual no implica que los demás aspectos carezcan de interés.
Es importante advertir que la película ha creado controversias significativas, por el tratamiento dado a algunos aspectos históricos. Por la manera como se trata la cuestión de las relaciones entre católicos y polacos durante la guerra, la película fue objeto de rechazo por representantes y asociaciones de ambos grupos. En mi perspectiva, no encuentro tan controversial ese aspecto como otro, y es que, sobre todo al final, es inevitable percibir que con la película se trata de hacer una cierta fábula sobre el tipo de vida que se lleva bajo el credo comunista y la que se lleva bajo el credo católico, y allí podría verse cierto grado de simplificación.
Pero como siempre, lo aconsejable es que cada uno de ustedes la vea, y se forme una opinión sobre sus aspectos artísticos, y sobre aquellos que son objeto de polémica.
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