La sociedad de responsabilidad limitada exige un gran compromiso y dedicación de los asociados entre sí y en el logro de los objetivos, en el respeto por el principio de igualdad, transparencia de información y en la rendición rigurosa y puntual de cuentas, ya que el máximo activo de este tipo societario está en la confianza que existe entre sus miembros. Por esta razón, indicó la Superintendencia de Sociedades, el ingreso de nuevos socios está condicionado por la configuración legal del derecho de preferencia a favor de los asociados y por la imposición de mayorías especiales para la aceptación del ingreso de un extraño. Así las cosas, cuando se fractura la confianza y el deseo de permanecer en la sociedad, es necesario examinar la necesidad de disolver y liquidar la compañía o transformarla en otro tipo societario.