La educación financiera a la que se refiere el régimen de protección al consumidor financiero hace relación a los programas y campañas que facilitan a los consumidores la adopción de decisiones informadas, tras la comprensión de las características de los productos, sus derechos, obligaciones y mecanismos de protección. En tal sentido, no debe ni puede confundirse con lo que se entiende por publicidad, entendida como un factor interno de mercadeo que, con mensajes pagados en medios masivos de comunicación, busca persuadir a grupos seleccionados de personas para obtener actitudes favorables hacia un producto o servicio.